La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) condenó este miércoles los abusos sexuales que perpetró el sacerdote Alfonso Pedrajas, jesuita español fallecido en 2009, quien confesó en su diario haber agredido sexualmente a al menos 85 niños y adolescentes; varios de ellos estudiantes de la unidad educativa Juan XXIII, ubicada antiguamente en la zona de Villa Granado de Cochabamba.

A los tres días de haberse publicado el reportaje titulado “Diario de un cura pederasta” por El País de España, la Iglesia se pronunció sobre el caso Pedrajas, quien era conocido como “Pica”. Pidió perdón a las víctimas, expresó su intención de cooperar en las investigaciones y exigió que no se politice.

En Cochabamba, el monseñor Óscar Aparicio, manifestó que la Iglesia declaró “cero tolerancia” contra los abusos sexuales. “Me remito a las declaraciones que la provincial de la Compañía de Jesús ya ha podido decir; una atención real para las víctimas (…). Es importante que sepan que la Iglesia siempre va a coadyuvar y ayudar en todo lo que pueda durante las investigaciones que están realizándose (…). Me remito a lo que exprese la Conferencia Episcopal y el Arzobispado de Cochabamba, estamos siempre dispuestos a colaborar en todo el proceso y evidentemente deploramos cualquier situación de abuso”.

Aclaró que la Compañía de Jesús es una orden internacional que tiene su servicio en Bolivia. 

PRONUNCIAMIENTO

A continuación conozca el comunicado de la Conferencia Episcopal Boliviana que fue socializado este miércoles. 

Al Pueblo de Dios:

Ante la denuncia suscitada días atrás por el periódico de España “El País”, publicando un artículo sobre el caso de pederastia que involucra al sacerdote jesuita Alfonso Pedrajas Moreno (ya fallecido), que durante varios años vivió en nuestro país; debemos manifestar que, de acuerdo con el Derecho Canónico, toda denuncia es investigada por el Dicasterio para la Doctrina de la fe, a través de la instancia a la que pertenece el denunciado, en este caso la Compañía de Jesús.

La Iglesia Católica, desde el Papa Francisco, ha comprometido “tolerancia cero” frente a los abusos sexuales de menores de edad y personas vulnerables, así como trabajar decididamente en la prevención, creando ambientes seguros, que eviten que sigan ocurriendo casos, dentro y fuera de la Iglesia.

Como Iglesia condenamos estas acciones, nos solidarizamos con las víctimas que han sufrido hechos de abuso sexual, les pedimos perdón, y les manifestamos que compartimos su sufrimiento y decepción por estos graves hechos que han marcado sus vidas y han sido causa de profundo dolor. Nos comprometemos a brindarles apoyo, reafirmando nuestro compromiso fraterno de escucha y acompañamiento.

Cabe también mencionar que la normativa canónica de la Iglesia Católica no reemplaza la normativa civil del Estado, por lo que confirmamos la voluntad de cooperar con las autoridades civiles en la búsqueda del buen y mejor cuidado de niños, adolescentes y jóvenes. 

Comprometemos nuestros buenos oficios para que la investigación se lleve en el marco de la transparencia e imparcialidad, esperando que el tema no se politice, como hemos visto que sucedió en algunas declaraciones sobre el tema.

Pedimos que nuestra Madre, la Virgen María, interceda por todas las victimas que sufren violencia y que nos ayude, a cada uno de nosotros, a no perder la sensibilidad, frente a todo aquel que sufre este y otros tipos de abusos.

EL DIARIO

La investigación del diario El País titula “Diario de un cura pederasta”. Revela cómo el jesuita español abusó de decenas de niños en Bolivia ante el conocimiento de varios clérigos nacionales por varias décadas. El cura impartió sus enseñanzas por largos años en el Colegio Juan XXIII de Cochabamba y también pasó por San Calixto de La Paz.

Esta investigación difundida por ese medio internacional relata los escritos que dejó "Pica", en los que cuenta los abusos que cometió. Estos testimonios fueron recuperados por quien era su novio y que decidió darlos al mencionado medio ibérico para que fueran difundidos. Asimismo, también muestra cómo autoridades religiosas no hicieron nada, pese a conocer que existían denuncias.

El “secreto” que salió a la luz consternó a la población. Los exalumnos del Juan XXIII se reunieron y decidieron hablar. El presidente de la directiva de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio Juan XXIII de la Compañía de Jesús, Hilarión Valdiviezo, que llegó hasta Cochabamba para manifestar la postura nacional de los exestudiantes ante todo lo ocurrido, informó a OPINIÓN que “ya se sabía que había un cierto comportamiento anómalo de parte del sacerdote”, quien se caracterizaba porque era bastante "cariñoso", entre comillas.

“En esa época, nosotros éramos adolescentes y, en muchos casos, de familias empobrecidas con una indefensión total frente a la Justicia y lo que te podías ganar era la expulsión de la institución del colegio. Frente a esa encrucijada solamente había comentarios entre pasillos y no existía pruebas suficientes y pertinentes respecto a todo cuanto ha ocurrido”, contó Valdiviezo.

Con un nudo en la garganta, frases quebradas y lágrimas contenidas, Valdiviezo, quien se refirió a los exalumnos de dicho centro como “hermanos” y miembros de una familia, aseguró que la comunidad se encuentra “consternada” y siente profundo “dolor por quien ha sufrido este tipo de atropellos”.

Se estima que entre 1972 y 1987 se incorporaban cerca de 30 estudiantes nuevos por año al colegio Juan XXII, existiendo un total aproximado de entre 120 y 150 por gestión.

A las aulas de la unidad educativa Juan XXIII llegaban becados de todo el país, tras un riguroso proceso de selección que incluía entrevistas, exámenes de competencia y estudios socioeconómicos.

Los estudiantes del colegio Juan XXIII se destacaron en diferentes áreas a nivel nacional, producto de su formación académica. 

PROCESO Y SUSPENSIONES

Bernardo Mercado, provincial de la Compañía de Jesús en Bolivia, indicó que las denuncias "no pueden ser ignoradas, aunque el sacerdote involucrado en los hechos haya fallecido" y que la indagación está en "etapa preliminar".

Audalia Zurita, abogada de los jesuitas, aclaró que ya no es posible hacer una investigación con sanción en contra de Pedrajas debido a que ya está muerto, sin embargo, ocho jesuitas han sido suspendidos por presunto encubrimiento; cinco provinciales de la época en la que se cometieron los delitos y tres que conocieron el caso después de la muerte del cura.

El caso ya fue denunciado ante la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) de La Paz y la Fiscalía.