A raíz de la última sentencia histórica del país vecino en torno al caso del asesinato de Fernando Báez Sosa, un joven que murió tras una golpiza perpetrada por otros ocho jóvenes, quienes cinco de ellos fueron sentenciados a cadena perpetua, se indagó sobre la verdadera dimensión de la sentencia de por vida, la cual en Argentina no cumple con lo estipulado nominalmente. Realmente no es lo que parece.

La pena, según el Código Penal es de 50 años, sin embargo, existe la posibilidad de pedir libertad condicional, arresto domiciliario y otros beneficios tras cumplir al menos 35 años de prisión, por lo que en el caso de los rugbiers, Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi -quienes recibieron la pena máxima- podrían solicitar su salida tras cumplir el plazo de 35 años.

Cumplido ese tiempo, la Justicia argentina tendrá que definir si corresponde o no que un reo deje la cárcel.

El artículo 13 del Código Penal establece lo que sigue: "El condenado a reclusión o prisión perpetua que hubiere cumplido treinta y cinco (35) años de condena (...) observando con regularidad los reglamentos carcelarios, podrán obtener la libertad por resolución judicial, previo informe de la dirección del establecimiento e informe de peritos que pronostique en forma individualizada y favorable su reinserción social", según indica una nota de Página 12. 

Y se enumeran las condiciones en que se obtiene ese beneficio, por las que el juez podrá decidir y además imponer otras reglas de conductas también contempladas en el Código.  Entre los requisitos, se encuentra que la persona condenada no sea reincidente, por ejemplo. Y a partir de la reforma de 2017, se requiere no haber cometido delitos establecidos en el artículo 14 del Código Penal, como el homicidio agravado o los delitos contra la integridad sexual, entre otros.

ROBLEDO PUCH

Existe un antecedente histórico referente a la pena perpetua en Argentina y se remonta a la época de los 80, cuando Carlos Robledo Puch, mejor conocido como el Ángel Negro, un criminal que mató al menos a 10 personas, fue acusado por múltiples robos y tuvo por cargos por violación fue sentenciado a cadena perpetua.

Robledo Puch lleva encerrado desde finales de 1980. Desde inicios de 2000, el Ángel Negro intentó en cinco oportunidades salir de prisión, sin embargo, todas las solicitudes fueron negadas por mala conducta, falta de pruebas en su reforma y por que en la última vez, en 2016, dijo que si saldría buscaría matar a la ahora vicepresidenta Cristina Fernández