Michael A. ya se encuentra con su familia. El joven de 23 años que fue raptado violentamente por un grupo de secuestradores (cinco encapuchados) el sábado, de un local bailable ubicado en Shinahota, está a salvo.

Se ha reencontrado con su familia, que vivió intensas horas de angustia en el Trópico cochabambino. La noticia del rapto de Michael generó repercusión en todo el país, puesto que la suma que pedían los criminales a cambio de entregar a la víctima con vida era un millón de dólares.

En el proceso de negociación y llamadas telefónicas con el padre, los delincuentes bajaron sus pretensiones hasta los 400 mil dólares. Finalmente, se conformaron con 50 mil, dinero que no habrían recibido.

Se conoció que Michael fue liberado en la vía pública, en Bulo Bulo. Los agentes policiales dieron con él y lo pusieron a buen resguardo.

Debido al trato que recibió, el joven fue asistido médicamente.

Pasará algunas horas de serenidad junto a sus seres queridos y posteriormente deberá prestar declaraciones en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).

ARMAS Y LLAMADAS

Eran aproximadamente las 19:30, cuando el grupo encapuchado ingresó al local que atendía Michael con armas de fuego y se lo llevó de forma violenta.

Tras perpetrar el cometido, el clan se comunicó con Juan Carlos A., padre de la víctima, y le exigió un millón de dólares americanos a cambio de entregarlo con bien.

En un primer contacto por teléfono, los secuestradores le demandaron a la familia que consiguiera el dinero de cualquier manera. "No quiero quilombo con la Policía, nada", dijo uno de los delincuentes, a lo que el progenitor de Michael respondió "se equivocaron de persona, amigo, apenas sobrevivo".

En el segundo contacto, los raptores permitieron que la familia pudiera oír la voz de la víctima. En el audio, se escucha al joven pidiendo que siguieran todas las instrucciones.

La investigación sigue en curso. La Policía arresto a tres personas. Luego las dejó en libertad.