Con sensaciones encontradas, es decir, la conjunción entre la tristeza, nostalgia e impotencia, cremaron los restos mortales del ciclista español Gonzalo Frías García, el pedalista que el domingo de Navidad fue chocado en la carretera a Warnes, en Santa Cruz, mientras manejaba su bicicleta.

En el proceso de despedida estuvieron sus seres queridos, todos aquellos que conocieron a Gonzalo y están convencidos de que su carisma era distinto. El féretro fue trasladado al cementerio Las Misiones -donde finalmente fue cremado- en medio de una suerte de puente hecho con ruedas de bicicletas que sus amigos crearon para honrar su memoria y su adiós.

Y es que una de las pasiones del malagueño era, precisamente, pedalear. No por casualidad destacó en distintas competencias efectuadas en territorio boliviano, como la Vuelta a Cochabamba.

También, antes de la cremación, los dolientes salieron en caravana con un pedido en la boca: justicia por Gonzalo.

Decenas de bicicletas tomaron las calles de Santa Cruz, exigiendo que la trágica muerte del español encuentre justicia, y que el responsable del hecho -se encuentra  prófugo- sea capturado por la Policía Boliviana.

Entre la multitud no faltó Jason, un ciclista con discapacidad que se esforzó al máximo, en pleno calor, y pedaleó kilómetros en homenaje a la víctima del hecho de tránsito.

Se estima que los padres de Gonzalo, Pedro Frías y Teresa García, se lleven las cenizas a España.

El pedalista fue embestido este domingo por un auto blanco, en la ruta a Warnes. Lo dejaron abandonado.