Rusia recrudece su ataque tras frenar negociación de paz
Las fuerzas rusas bombardearon ayer un centro comercial en Kiev y, por primera vez en 26 días de guerra, viviendas en Odesa, dos puntos estratégicos en el mapa de la ofensiva rusa junto a Mariúpol, ciudad portuaria a la que intentó obligar sin éxito a rendirse tras más de dos semanas de asedio, reportó EFE.
En la capital, al menos ocho personas murieron por bombardeos con artillería disparada desde el mar mientras el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashénkov, aseguró que ese centro comercial servía de almacén para lanzacohetes y munición y estaba inoperativo por lo que fue destruido por “armas de largo alcance de alta precisión”.
Entre tanto, según la inteligencia militar británica, las fuerzas navales rusas continúan “bloqueando la costa ucraniana y lanzando ataques con misiles contra objetivos ucranianos”, en busca del control de Rusia para establecer un corredor terrestre desde el Donbás pasando por Mariúpol. En esta última ciudad, ayer se intentó obligar al ejército ucraniano a rendirse.
El Ministerio de Defensa dio dos horas a las fuerzas ucranianas y “mercenarios extranjeros” para abandonar la ciudad sin armas ni municiones.
Más temprano se conoció la decisión, anunciada por Rusia, de suspender las negociaciones de un tratado de paz a raíz de las sanciones impuestas por Tokio tras la invasión de Ucrania.
El primer ministro nipón, Fumio Kishida, consideró “extremadamente irracional y totalmente inaceptable” la decisión.
Claramente es una violación del derecho internacional", sentenció.
Desde EEUU, su presidente, Joe Biden, alertó que Rusia está “explorando opciones” para lanzar posibles ciberataques contra su país y pidió al sector privado que actúe urgentemente para reforzar sus defensas.
Entre tanto, la Agencia de la ONU para Refugiados (ACNUR) eleva a 3.48 millones el número de ucranianos, la mayoría mujeres, niños y personas mayores.