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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 09:42

Rusia amenaza con una guerra directa contra la OTAN si envían a Ucrania

El canciller Serguei Lavrov aseguró que Moscú no se opone a la mediación de países occidentales, pero subrayó que hay “líneas rojas absolutas” que no se pueden cruzar.

Soldados rusos desplegados en la frontera con Ucrania. DIARIO LAS AMÉRICAS
Soldados rusos desplegados en la frontera con Ucrania. DIARIO LAS AMÉRICAS
Rusia amenaza con una guerra directa contra la OTAN si envían a Ucrania

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó este miércoles que el envío de fuerzas de paz a Ucrania podría llevar a un enfrentamiento directo entre Rusia y la alianza militar de la OTAN.

Polonia dijo la semana pasada que presentaría formalmente una propuesta para una misión de mantenimiento de la paz en Ucrania en la próxima cumbre de la OTAN. Pero Lavrov consideró una provocación la propuesta pacificadora de Varsovia.

“Espero que entiendan de qué están hablando”, dijo Lavrov al personal y los estudiantes del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú. Y advirtió: “Este será el choque directo entre las fuerzas armadas rusas y de la OTAN que todo el mundo no sólo ha tratado de evitar, sino que ha dicho que en principio no debería tener lugar”.

Además de mencionar los presuntos planes de la OTAN de enviar a Ucrania un batallón integrado por las tres repúblicas bálticas, recordó que ya se opuso también al despliegue en su momento en el Donbass de una fuerza internacional.

Denunció también las declaraciones sobre la necesidad de desplegar en Ucrania misiles antiaéreos Stinger, lo que, alertó, supondría “una amenaza colosal”.

A su vez, Lavrov acusó a Estados Unidos de estar interesado en alargar “lo más posible” la actual “operación militar aliada” rusa en Ucrania. “Ellos esperan seguir suministrando armamento a Ucrania. Se ve que quieren mantenernos lo más posible en un estado de combate”, dijo.

Lavrov aseguró que Moscú no se opone a la mediación de países occidentales, pero subrayó que hay “unas absolutamente líneas rojas” que no se pueden cruzar.