Con precintos de clausura rotos y en pleno funcionamiento. Así encontró, hoy viernes, la Intendencia, los más de 20 puestos de venta de pollo que fueron clausurados la pasada semana por esta instancia municipal y que, en su mayoría, pertenecen a una familia de dos hermanas.

“Penosamente, las personas estaban vendiendo estando clausuradas (las casetas). Por ello estamos haciendo nuevamente la clausura para que no puedan vender. Tienen que regularizar algunos papeles, deben mostrar las patentes, las fotocopias de los carnets y sus estructuras (…). Son como 20 puestos clausurados, muchos han sido rotos los precintos”, informó el jefe de Mercados, Jorge Salazar.

MONOPOLIO

El 18 de noviembre, la Intendencia clausuró por primera vez los puestos de venta de pollo por falta de higiene, además de otros alquilados en calidad de depósitos en el mercado Calatayud norte.

Entonces, el intendente Enrique Navia denunció que una solo familia, compuesta por dos hermanas, es propietaria de más de 10 puestos, los cuales son alquilados como depósitos y utilizados como puntos de venta de carne magra en condiciones insalubres. Este caso revela un monopolio de casetas.

La ley municipal N°048 señala que cada comerciante solo debe contar con un puesto y estos no pueden ser utilizados como depósitos.

En esa línea y para recuperar los puestos, la Intendencia solicitó a las comerciantes sancionadas subsanar las observaciones de higiene y presentar las patentes de cada puesto; caso contrario, serán revertidas.