Opinión Bolivia

  • Diario Digital | lunes, 20 de marzo de 2023
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Radioescuela y cartillas, las nuevas alternativas educativas frente a la pandemia

Frente a la imposibilidad de retornar a las aulas, varios municipios del área rural fortalecen otras metodologías de estudio en el tercer año de pandemia. 

Estudiantes de la unidad educativa Tupac Katari del municipio de Tacopaya. LUIS MAMANI DELGADO
Estudiantes de la unidad educativa Tupac Katari del municipio de Tacopaya. LUIS MAMANI DELGADO
Radioescuela y cartillas, las nuevas alternativas educativas frente a la pandemia

Belén Ignacio, de 12 años, tiene todo listo para ir a su colegio: mochila, cuadernos, lápices, pinturas y uniforme. Ella espera con ansias reencontrarse con sus compañeras. Este año le toca estar en primero de secundaria, por lo tanto, ya no podrá ver a su profesora de primaria, quien la acompañó durante seis gestiones en el aula.  Aún con incertidumbre, no sabe si pasará clases virtuales, semipresenciales o presenciales. Tiene una radio, pero no tiene celular y la cobertura de internet es pésima en el lugar donde vive; pese a todo, ella está lista.

Tras el cierre de la gestión escolar 2020, el Gobierno declaró el 2021 como el “año por la recuperación del derecho a la educación” bajo tres modalidades que se definirán de acuerdo a la situación epidemiológica del coronavirus en cada municipio o región. En la escuela de Belén comenzaron los primeros meses con clases a distancia, luego semipresenciales y presenciales el último semestre del año. 

La profesora Mirtha Condori afirma que los estudiantes volvieron con muchas dificultades, lo que derivó en “un trabajo muy maratónico para nivelar la educación” durante el primer trimestre. “Especialmente en el nivel primario, muchos niños no han podido recuperar al 100% el nivel sexto. Sí o sí hubo un retroceso en el tema de enseñarles con el currículo planteado por el Ministerio”, asegura Condori y lamenta que el tiempo fue limitado para recuperar y avanzar los contenidos de la malla curricular.

La directora distrital del municipio de Tacopaya, Beatriz Encinas, asegura que los estudiantes de su distrito volvieron con “muchas falencias, han quedado muchos vacíos y esos vacíos han pasado a la gestión 2021”. 

A pesar de que la mayoría de los municipios de la región andina de Cochabamba optó por las clases presenciales, “no ha sido suficiente para  desarrollar la malla curricular en su plenitud”. Además, “no es viable tomar la modalidad a    distancia por factores de cobertura de internet y porque los estudiantes no cuentan con celulares y peor con computadoras”, explica Encinas. 

MEDIDAS PARA REFORZAR LA EDUCACIÓN 

El profesor Roy Saravia imparte clases a sus estudiantes de la escuela Juana Azurduy de Padilla, en Pongo Kasa.

El Ministerio de Educación firmó un convenio con 11 medios de comunicación (la mayoría televisoras) para la transmisión de programas de Educa Bolivia con el objetivo de “apoyar las diferentes modalidades de educación” y, además, habilitó una plataforma gratuita. Sin embargo, estos programas no llegaron a muchas regiones rurales por escasa cobertura y falta de herramientas tecnológicas de los estudiantes.

Ante esta situación, algunas instituciones han buscado propuestas alternativas para apoyar la educación, sobre todo en sectores rurales que se han visto más afectados por la pandemia y por las políticas gubernamentales tomadas. 

Durante el último trimestre de la gestión pasada, Cepra y Kusikuna implementaron una propuesta educativa con una metodología distinta a la tradicional para los estudiantes de primaria a través de programas radiofónicos y cartillas lúdicas conocidas como radioescuela. Esta tuvo una buena aceptación y fue de utilidad para los niños y profesores del área rural y periurbana, en 31 municipios de los departamentos de Cochabamba, Oruro, Potosí y Chuquisaca.

Los estudiantes de primaria se dividieron en tres grupos: primero y segundo denominados Juchuy (pequeño), tercero y cuarto, Chawpi (medio), y quinto y sexto, Jatun (grande). 

Para Juchuy fueron elaborados “cuentos, canciones, juegos, rondas y rimas relacionadas con el entorno, la casa, la familia, las mascotas, la cocina, etc. Y las cartillas contenían muchas opciones de coloreo, dibujo, motricidad fina, lecto-escritura, juegos, observación y experiencias de cálculo”, explica María Elena Arrueta, coordinadora pedagógica de la escuela alternativa Kusikuna. 

En el grupo Chawpi, los niños se podían movilizar, tenían más autonomía e independencia. 

La propuesta es una serie relacionada con su comunidad, barrio, animales, mercado, autoridades, medicina tradicional, centro de salud, cultura, música y organización, entre otros. En las cartillas se incorporan juegos, mesa redonda, entrevistas, lecto-escritura y ejercicios de matemática.

Para Jatun se elaboró “una radionovela en la que los personajes viajan por varias regiones y municipios del país. Se incorporó conocimiento de los lugares y las aventuras que van a tener durante el viaje. La cartilla propone la recuperación de elementos geográficos, culturales, sociales, identitarios de cada lugar y actividades de aprendizaje, como cuentos, leyendas, juegos matemáticos y experimentos.

ARMONÍA CON EL ENTORNO

Varios niños de una escuela del área rural durante una de sus presentaciones.

Belén, junto con su hermano, mamá y abuelos, está a la espera, todas las tardes, de la emisión de los programas de la radio en su casa, que aún está en construcción. En una mesa, en la que ella realiza sus tareas, está instalada una radiograbadora antigua y el comedor y la cocina sirven como sala de estudio. 

Sus compañeros de curso también están expectantes. Su escuela se encuentra en Bella Vista, camino a Morochata, a 21 kilómetros de Cochabamba. “Durante las clases solo queríamos escuchar los programas y hacer los juegos y los trabajos que había en las cartillas. Nos gustó a todos”, relata Belén. 

Recuerda todos los capítulos de la radionovela, los personajes y los lugares que visitan. Su madre y su abuelo se involucraron en las actividades que realiza. “En las cartillas hablaba de las costumbres y las raíces de los pueblos, como Uncia, Raqaypampa, Corque. Entonces, ella nos hacía entrevistas a mí y a mi papá”, relata doña Cristina Huanca, mamá de Belén, y añade que esta experiencia le ayudó a hablar fácilmente y no tener miedo de expresarse. 

“Les encantó todo, más que todo el personaje del zorro. Son estudiantes que vienen de varios lugares rurales y con los contenidos estaban muy familiarizados. Estaban acorde al contexto del origen de ellos, del lugar de donde vienen”, manifiesta la maestra Condori.

Neymar Mancilla, de 9 años, culminó tercero de primaria en la escuela Juana Azurduy de Padilla, ubicada en la localidad de Pongo Kasa, a la altura del kilómetro 94 de la carretera Cochabamba - Oruro. Él y sus 10 compañeros escucharon todos los capítulos de la serie y desarrollaron todas las actividades planteadas en las cartillas. Al finalizar de la gestión escolar el año pasado, organizaron una feria para exponer los trabajos de la radioescuela. 

“Yo les voy a exponer sobre la medicina tradicional aquí en mi pueblo”, explica Neymar. Empieza mostrando las plantas medicinales que existen en su comunidad y las propiedades curativas que poseen. “Aquí hay tres tipos de muñas, esta es la más fuerte (muestra cada una de ellas). La muña sirve para el dolor de estómago y se debe tomar en mate caliente”, añade y prepara la infusión para invitar a todos los visitantes de la feria, además, recomienda no excederse y da consejos para conservar la planta. 

Asimismo, durante la exposición explica los beneficios de las plantas medicinales que existen en su comunidad, como el eucalipto, manzanilla, muni, lampaya, payco, etc. 

Entre tanto, sus compañeros exponen la producción agrícola, el origen de su comunidad, las fiestas tradicionales, la música, la vestimenta y la organización del pueblo. 

Roy Saravia, profesor de Neymar, asegura que sus estudiantes “siempre estaban enfocados en avanzar el contenido curricular. Y fue bonita experiencia para desestresarse, pintando, dibujando, jugando y escuchando radio. Les ayudó a imaginar escuchando la radio. Les gustó mucho. Para ellos era mejor avanzar de las cartillas todos los días, pero teníamos que avanzar los contenidos de la malla curricular”.

Saravia lamenta las dificultades de aprendizaje de sus estudiantes después del cierre de la gestión escolar en 2020 y afirma que “muchos padres se olvidan hacer seguimiento a sus hijos. Otros papás no están con sus hijos porque se van a trabajar a la ciudad, otras mamás no saben leer, pero tienen ganas de apoyar”. 

Por su parte, la Distrital de Tacopaya manifiesta que tanto los programas radiofónicos como las cartillas fueron “de mucha utilidad, nos ha caído como anillo al dedo, ha sido muy oportuna su presencia en el distrito porque nos ha ayudado a dar una educación complementaria a los niños de primaria; ellos son los que necesitan más apoyo”.  

Surgieron muchas iniciativas a partir de la implementación del proyecto. En algunas escuelas los niños empezaron a escribir cantos, cuentos, poesías o historias de sus pueblos. En otros casos, los menores decidieron participar de las programaciones de la radioescuela, como en Uncía, Corque, Colomi, Mizque y Aiquile, entre otros municipios. 

El director distrital de Aiquile, Édgar Veizaga dice que el material “ha servido principalmente para recuperar todo lo que no se había avanzado. Tener mayor regularidad con la radio y con los textos nos ha servido mucho, tanto a los niños como a los profesores; ninguno dijo que era pesado o difícil”.  

El Director considera que se puede considerar como “buena alternativa” para reforzar la educación a través de la radio y mediante cartillas. 

En el municipio de Aiquile, según Veizaga, en la gestión pasada, hubo 8% de abandono de los estudiantes de secundaria a consecuencia de la pandemia y por factores económicos que afectaron a las familias.

Todos los contenidos de las cartillas y los programas que su usaron estaban asociados al  currículo del Ministerio de Educación. “Hemos recuperado la experiencia de Kusikuna. Aplicamos una metodología de educación libre, activa, viva, una propuesta pedagógica distinta a la tradicional. Ludo-pedagogía, incorporar el juego como una forma educativa y terapéutica sobre todo para área rural, donde se trabaja con grupos multigrados en temas de rescate de identidad cultural, con la visión de dignificación de la infancia, de ver al niño y niña como un sujeto activo, vivo y de derechos”, sostiene la coordinadora pedagógica de Kusikuna.

Cada uno de los personajes de los programas tiene las características de los niños, por lo que tuvieron buena aceptación. En los cuentos del grupo Juchuy, los protagonistas se parecen a los que cursan primero y segundo de primaria; en Chawpi  y Jatun sucede lo mismo. 

Entre tanto, el director de radio Cepra, Juan Ordóñez, afirma que la propuesta nació después de la clausura de la gestión escolar 2020, de la mano de la radio y de Kusikuna. La metodología fue desarrollada por una serie de expertos: con pedagogos para estructurar los contenidos temáticos; con comunicadores para la producción de los 36 programas para los tres grupos; y con diseñadores para el diseño de 9 cartillas para cada sector. 

“La radio aún mantiene vigencia en el área rural y Cepra monitorea a muchas radios comunitarias. De esa forma nos contactamos con cada una para presentar la propuesta. Llegamos a 25 radios en área rural”, cuenta Ordoñez. 

Además, firmaron un convenio con el Ministerio de Educación para implementar el proyecto de la radioescuela. 

Para conocer el impacto, se aplicó una encuesta a 424 profesores que fueron partícipes del proyecto y la mayoría coincidió en que la propuesta responde a las demandas. El 80% de los encuestados afirmó que hay una satisfacción y responde a sus requerimientos. También indicó que la metodología se puede aplicar con facilidad para combinar con el contenido curricular porque “no es rígido”. 

Teniendo los resultados, “estamos viendo en qué medida podríamos hacer el esfuerzo para que este material entre a una fase de consolidación para que la propuesta pueda llegar a más niños.  Los técnicos del Ministerio han visto que es innovador, responde a las demandas de los niños y hay la posibilidad de que esto se aplique en adelante”, dice Ordoñez. 

Mientras tanto, están en busca de financiamiento para implementar el proyecto este 2022. “Estamos tocando puertas tanto del   Ministerio y de las instituciones descentralizadas”, añade. 

COVID-19: PRIMARIA Y SECUNDARIA

De acuerdo con el informe denominado “Evitemos una década perdida” emitido en octubre de 2021 por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef ), la combinación de un cierre prolongado de las escuelas y un aprendizaje a distancia inadecuado podría suponer una pérdida sustancial en el aprendizaje que agravaría aún más la crisis del sector. 

América Latina y el Caribe es la región más afectada, con un 80% del tiempo de instrucción interrumpido debido al cierre total de las escuelas. Las disparidades en el acceso a internet son aún más marcadas entre los países ricos y los pobres. Solo el 6% de los niños y jóvenes de 25 años o menos de los países de ingresos bajos tienen acceso a internet en casa, concluye el informe.

Por su parte, el Banco Mundial emitió el año pasado un estudio en el que se estimó que la tasa de deserción escolar rondaba el 20% en Bolivia, una de las más altas de América Latina.

De acuerdo a los datos del Ministerio de Educación, el año 2021 hubo 2.929.511 estudiantes matriculados de los cuales cerca del 30% corresponde al área rural. Sin embargo, solo el 5% de este último sector cuenta con una computadora, el 21% tiene acceso a internet y el 73% tiene radio, según los datos, hasta 2020, del Instituto Nacional de Estadística (INE). 

Ante la emergencia educativa, Unicef propone cuatro ejes de acción para América Latina y el Caribe: planear la reapertura con sentido de urgencia; desarrollar una estrategia que asegure el aprendizaje de todos los estudiantes; mantener el rol protector de la escuela y garantizar servicios que han sido interrumpidos; y asegurar el bienestar emocional de la comunidad educativa (profesores, familias y estudiantes). 

Adicionalmente, plantean dos ejes transversales: financiamiento y articulación entre el sector educativo y otros sectores para poder implementar las acciones que se requieren; y manejar la emergencia sanitaria con visión de largo plazo, de manera que las inversiones estén encaminadas a reconstruir un sistema educativo que genere aprendizaje para todos los  estudiantes.

Para este 2022, el Ministerio de Educación, a través de la resolución 001/2022, definió las mismas modalidades del año pasado y la atención educativa de acuerdo a la situación epidemiológica del país y la región. 

El ministro de Educación, Édgar Pary, detalló hace unas semanas que se respetarán las actividades educativas en las modalidades virtual, semipresencial y presencial, dotando textos educativos. 

En caso de que los casos de COVID-19 se incrementen, se volverá a aplicar el uso de la radio, la televisión y las cartillas como medios para impartir la educación.