Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 12:31

Monóxido de carbono: evita la intoxicación

Consejos para evitar la inhalación de este gas que no tiene color ni olor y puede ser mortal. Muchas familias se ven expuestas al peligro, sobre todo en época de invierno.

El monóxido de carbono es un gas muy tóxico, que no tiene color ni olor.
El monóxido de carbono es un gas muy tóxico, que no tiene color ni olor.
Monóxido de carbono: evita la intoxicación

El frío del otoño y luego del invierno inauguran la temporada del uso de estufas y otros artefactos de calefacción para mantener una temperatura agradable en los espacios cerrados. Disfrutar de un ambiente templado puede provocar riesgos si no se controla el buen estado de los dispositivos y no se mantiene una correcta ventilación. 

El monóxido de carbono es un gas muy tóxico, que no tiene color ni olor. Su acumulación en el torrente sanguíneo causa intoxicación y, en ocasiones, incluso la muerte. Esto le ha valido los nombres de “asesino invisible”, “asesino silencioso” o “gran simulador”.

Las medidas de prevención más importantes son las siguientes:

Los calefones o termotanques no se deben instalar en el interior de los baños ni de espacios cerrados o mal ventilados.

Los artefactos tipo estufas que no sean de tiro balanceado no deben instalarse en los dormitorios ni en los baños.

No se deben encender las hornallas ni el horno para calentar el ambiente, pues no están diseñados para ello.

Se debe controlar la llama de los artefactos, que tiene que ser siempre de color azul (esto indica que la combustión es completa); si la llama es de color anaranjado o rojo, indica la presencia de monóxido de carbono.

En caso de tener chimeneas, no se debe echar a las brasas ningún elemento que desprenda gases ni vapor que contaminen el aire de la casa y habitaciones.

No se debe dormir con brasas prendidas.

No se debe descuidar la cocina cuando se tiene una llama encendida y menos irse a dormir sin revisarlas previamente.

Los síntomas que indican la intoxicación por monóxido son cefalea, mareos, cansancio y fatiga, sueño excesivo, alteraciones visuales, náuseas y vómitos, convulsiones y estado confusional.

Si se advierte la presencia de algunos de estos síntomas, se debe ventilar el ambiente, permitir la entrada de aire fresco, apagar los artefactos y acudir al centro médico más cercano.