Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 11:53

Grace Mwafulirwa, la joven de Malaui que cumple sus sueños en Bolivia

La modelo llegó a Bolivia cuando tenía nueve años junto con sus cuatro hermanas luego de ser adoptadas por un orureño. 

Grace Mwafulirwa tiene 24 años y es una de las modelos más reconocidas de Cochabamba. RAÚL RAMÍREZ
Grace Mwafulirwa tiene 24 años y es una de las modelos más reconocidas de Cochabamba. RAÚL RAMÍREZ
Grace Mwafulirwa, la joven de Malaui que cumple sus sueños en Bolivia

Cuando salió de Malaui tenía cuatro años. Junto con ella se iban sus cuatro hermanas y los sueños de su familia de que, en las manos bolivianas de la persona que se las llevaba, encuentren una mejor vida. Así fue. 

Grace Mwafulirwa tiene 24 años y es una de las modelos más reconocidas de Cochabamba, la ciudad que se transformó en su verdadero hogar.   

La vida de Grace comenzó a tomar otro rumbo cuando Freddy Mendivil Bohrt, un orureño de formación ingeniero civil, llegó hasta Malaui. Allí conoció y trabajó de cerca con la familia Mwafulirwa durante 14 años, tiempo en el que se relacionó laboral y afectivamente con el entorno. “Él nos vio nacer a todas. Es nuestro padre. Fue parte de la familia allá (Malaui). Estaba en todo. Nos  ayudaba económicamente. Se encariñó con nosotras y quiso darnos una mejor vida”, cuenta Grace. 

Malaui es uno de los países más pobres del continente africano, por lo que las posibilidades de acceder a educación, salud y trabajo son mínimas. Esto y el indudable cariño de Mendivil fueron el impulso para decidir adoptar a las cinco niñas.  “Allá no hay muchas oportunidades y menos para las mujeres. Se encariñó mucho con nosotras”, dice Grace. 

Luego de dejar Malaui, la nueva familia migró a Panamá, también por motivos de trabajo de Mendivil, y permanecieron allí durante cinco años. 

El encuentro de Grace con Bolivia y su nueva vida se produjo cuando tenía nueve. Ya instalada en Cochabamba, estudió en el colegio Tiquipaya y actualmente cursa la carrera de Ingeniería Económica Financiera, en la Unifranz. Solo espera defender su tesis para empezar a trabajar.  

“En principio siempre es difícil adaptarse a lugares nuevos, pero con el tiempo uno puede hacerlo. Nos han tratado muy bien”, afirma. 

Ser modelo no era parte de su imaginario ni el de sus hermanas. Todo comenzó luego ser incentivada a participar en un concurso de belleza mientras estaba en el colegio. Esa primera experiencia le sirvió para conocer cómo funcionaba el rubro de la moda. Poco después integró la agencia Ivana Sánchez y luego emprendió un camino propio. “No pensaba en ser modelo nunca. Y ahora es algo que me gusta mucho”, comenta.

Pese a que el modelaje es un hobby al que le dedica tiempo y le apasiona, para ella lo más importante es su carrera profesional, en la que quiere desarrollarse. 

De las cinco niñas que salieron de Malaui, dos ya se casaron y tres continúan viviendo con su papá. 

Luego de haber dejado su país de origen hace dos décadas, Grace aún mantiene contacto con su familia y quiere volver para reconocer la tierra africana que la vio nacer y ayudar a quienes se quedaron allá. “Espero terminar mi carrera, estar más estable y visitar a mis padres y mis fami-liares”, sostiene. 

Sin embargo, reafirma que su hogar es Bolivia y que aquel orureño que le dio la oportunidad de tener un futuro mejor es su más grande amor. “Es mi papá, él que crío y me dio todos los valores que ahora tengo. Estoy muy agradecida con él. No podría vivir sin mi papá. Es un pilar fundamental en mi vida. Él me enseñó todo”, finaliza.