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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 16:35

"Framing Britney Spears", un pedido de libertad

El caso sobre la tutela que ejerce su padre sobre la cantante (y su enorme patrimonio) se plasma en este documental.  Además, cuestiona la  presión que ejercieron los medios sobre ella.
"Framing Britney Spears", un pedido de libertad. ARCHIVO
"Framing Britney Spears", un pedido de libertad.
"Framing Britney Spears", un pedido de libertad

Dos concursantes se enfrentan en un popular concurso de televisión en Estados Unidos. El presentador debe hacerles una pregunta y ellos tienen que adivinar todas las res-puestas posibles, que aparecen escondidas en una pantalla. "¿Qué ha perdido Britney Spears?", espeta el presentador. "El pelo", dice una concursante. "La cordura", señala su oponente, desatando las risas del público. Ambos ganan.

Es una de las escenas de “Framing Britney Spears”, el documental producido por The New York Times (NYT) sobre la "princesa del pop" que analiza el ascenso de la cantante y la controversia que rodea la tutela que ejerce su padre sobre ella.

El documental, estrenado en la plataforma Hulu, no aborda solo el misterio de la tutela legal ejercida por su progenitor, que generó todo un movimiento popular, Free Britney. También pone en evidencia la campaña de presión machista por parte de los medios de comunicación y de entretenimiento a lo largo de su carrera.

"En la tradición de tantas historias de 'mujeres locas en el ático' anteriores a ella, ‘Framing Britney Spears’ se pregunta qué ocurre cuando la puerta se abre para re-velar no a una bruja que echa espuma por la boca, sino matices de un ser humano peculiar, completamente competente, que se beneficia de un trabajo significativo, de pasar tiempo con sus hijos y una cuenta de Instagram", escribió la crítica Patricia Grisafi. 

La pieza audiovisual cuenta la historia de Spears a través de voces cercanas a la artista, pero también figuras clave de la industria, como los paparazzi.

En una nota al final del docu-mental, el NYT señala que trató de contactar a la artista para pedirle que participara, pero "no está claro si recibió esas solicitudes". Y es que Spears no tiene capacidad legal para tomar decisiones por su propia cuenta desde 2008.

La tutela legal que ejerce su padre comenzó por preo-cupaciones por su salud mental, lo que la obliga a que pida consentimiento casi para todo. Sin embargo, la cantante inició su pedido de    liberación. Hace unos días la Justicia rechazó la solicitud del progenitor de Spears de mantener su nivel anterior de poder sobre las inversiones de su hija.          

El fallo significa que se compartirá con la compañía fiduciaria privada Bessemer Trust la misma potestad para manejar las finanzas.

Y se espera que el padre de la cantante trabaje con la empresa para crear un presupuesto y una pro-puesta de inversión sobre el patrimonio existente.

Pero, para entender el punto al que llegó la cantante, el documental echa la vista atrás, hasta sus oríge-nes en una familia humilde de Kentwood, que se percata del don de la pequeña Britney al cantar para el coro de la iglesia 

y trata de ayudarle a crecer. 

El documental describe a una madre siempre atenta, que la acompañaba a todas partes siempre que podía, y a un padre más distante y preocupado por el dinero. Ambos, sin embargo, tratando desde el principio y con esfuerzo que pudiera avanzar en su carrera musical.

La carrera de Spears empieza a  despegar cuando le dan un papel, con tan solo 11 años, en el Club Mickey Mouse, el programa de Disney en el que coincidió con Christina Aguilera, Ryan Gosling y otras estrellas. Tan solo seis años después, estrenaría su álbum debut, Baby One More Time, rom-piendo con la tendencia del éxito de bandas formadas únicamente por chicos y alzándole hasta el Grammy pocos años después. 

El documental también expone los ataques a la joven estrella, el      sexismo y la grave presión sobre su figura desde que fuera coronada como la “princesa del pop”.

Uno de los momentos "más devastadores" del documental se produce tras su ruptura con Justin Timberlake, en 2002, lo que la puso en el papel de “mala”. 

En ese momento del documental, se ve cómo los distintos medios siguen esa narrativa, incluso llegando a preguntar en entrevistas al cantante si al menos había mantenido relaciones sexuales con Spears antes de la ruptura, a lo que él responde afirmativamente y entre risas.

Al mismo tiempo, se ve a Britney Spears enfrentándose a entrevistas en las que le preguntan sobre su virginidad, le cuestionan directamente sobre sus relaciones amorosas o le leen amenazas. El ascenso y la caída de la cantante ha conmovido a sus seguidores. El pedido de libertad continúa, pese a haber dado un paso la anterior semana, aún falta.