Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 13:26

Fabiola Montaño, belleza qhochala con impacto solidario

La Miss Cochabamba 2021 es voluntaria en el pabellón de quemados desde niña. Está enfocada en sus dos empresas y su profesión como diseñadora gráfica. 

La Miss Cochabamba 2021, Fabiola Montaño es voluntaria en el pabellón de quemados desde niña. RAÚL RAMÍREZ
La Miss Cochabamba 2021, Fabiola Montaño es voluntaria en el pabellón de quemados desde niña. RAÚL RAMÍREZ
Fabiola Montaño, belleza qhochala con impacto solidario

Cuando Fabiola Montaño era pequeña y visitaba el pabellón de quemados del Hospital del Niño como voluntaria junto con su mamá, soñaba con hacer de este espacio un lugar más acogedor. No sabía cómo lo haría, pero sí tenía la meta clara. Años después, su lugar como Miss Cochabamba se lo permitió. 

“Sé que este sueño lo iba a realizar sea como sea, pero también sé que no hubiera sido tan pronto ni hubiera llegado a hacer los cambios que hice si no hubiera sido por este concurso”, sostiene. 

Fabiola (29), como muchos, también pensaba que los concursos de belleza eran muy superficiales. Durante varios años recibió la invitación para participar, pero la delegó. Hasta que se animó, probó y descubrió un mundo de posibilidades más allá del espectáculo.

Actualmente ostenta el título de Miss Continentes Unidos 2022, fue primera finalista en el Miss Bolivia 2021, Miss Cochabamba 2021, Miss Feria y Reina del Carnaval. 

Su lado más solidario es herencia familiar. Fabiola cuenta que su mamá realiza trabajo social desde que ella tiene memoria. Por eso, comenzó a ayudar a los niños del pabellón de quemados cuando tenía 12 años. “Los niños son mis mejores maestros. Uno a veces piensa que un niño no sabe nada de la vida, pero, en mi caso, han sido los que más me han enseñado lo que es resiliencia, ser fuerte y seguir adelante por más que la vida te ponga muchas barreras”, afirma. 

Cuenta que sus días en el pabellón le mostraron realidades muy duras, como niños que son abandonados por sus familias. Cuando tuvo la oportunidad, convirtió esa realidad en su proyecto social para participar en el Miss Bolivia; ganó el título de  Mejor Proyecto Social. 

Con orgullo, relata que logró refaccionar cuatro ambientes, pintar tres salas y cambiar tinas, bancas y sillones del pabellón, entre otras cosas más. 

Su participación en el concurso de belleza fue una vitrina para mostrar que “no todo es perfecto” y buscar que otras chicas se inspiren. 

En su experiencia en Ecuador, donde se llamó Bolivia en el concurso Miss Continentes Unidos 2022, pudo comprobar que hay lazos que se forman más allá de la pasarela. “Tenemos que empezar a ser más empáticos. Eso nos ha enseñado la pandemia. No hay que esperar después para hacer un cambio”. 

Fabiola es diseñadora gráfica y tiene dos empresas. La primera es Divergente, un estudio de diseño que se encarga de manejar redes sociales y crear marcas, entre otros servicios más. La segunda es Colibrí, una tienda de productos personalizados que hace desde cuadros hasta repisas. Cuenta que gracias a los concursos en los que participó logró expandir su marca y ahora llegan a todo el país. Entre sus metas futuras quiere aterrizar en otros países. 

Cuestiona la burocracia a nivel nacional y lo difícil que es emprender un negocio legalmente establecido. Sin embargo, considera que el trabajo en equipo y el apoyo mutuo permite superar los obstáculos. 

“Tienes que creer en el potencial que tienes, saber que no es fácil, pero cuando eres dueña de tu tiempo y ves a tu pequeña empresa crecer te das cuenta que todo ha valido la pena”, asegura. 

Otra de las pasiones de Fabiola son los idiomas. Además del español, habla perfectamente inglés, francés, portugués y está aprendiendo italiano. Asimismo, le gusta practicar atletismo y yoga. 

El cuidado físico responsable es importante para ella. Durante su participación en los concursos de belleza contó que durante su adolescencia tuvo problemas alimenticios y por eso es partidaria de hablar sobre el tema y dar un mensaje positivo a otras personas que pasan por lo mismo. 

“A mis 15 años me hubiera gustado que una mujer que yo admire o sea figura pública, ya sea modelo o miss, hable de esto y me dé cuenta que yo no era la única que estaba pasando por ese problema”, dice. 

Luego de una etapa “que no ha sido linda”, que duró alrededor de cuatro años, Fabiola sostiene que quiere contar su experiencia para que más chicas puedan sanar sus heridas. 

Actualmente, la cochabambina está enfocada en fortalecer sus empresas y consolidarse como profesional, sin descuidar su lado más solidario.