Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 00:24

Alejandra Quiroga, 20 años frente a las pantallas

Inició su carrera en 2001. Fue parte de canales nacionales e internacionales. Es amante de la pintura y la música.
Alejandra Quiroga, 20 años frente a las pantallas. RAÚL RAMÍREZ
Alejandra Quiroga, 20 años frente a las pantallas. RAÚL RAMÍREZ
Alejandra Quiroga, 20 años frente a las pantallas

Hace 20 años, cuando aún seguía en el colegio, un casting para un programa infantil le abrió las puertas al mundo de la televisión. En aquella época solo parecía un hobbie, pero nunca más dejó las pantallas y forjó su carrera con base en esfuerzo y dedicación. Alejandra Quiroga es uno de los nuevos rostros de Bolivia TV, tiene una amplía  carrera como presentadora y comparte su tiempo con sus otras pasiones: la música y la pintura en acuarela. 

Alejandra es comunicadora social y estudió Doblaje y Locución en Chile. Sus inicios se remontan a Red Uno, donde permaneció durante ocho años. Luego, migró a Santiago de Chile y allí fue parte del programa Zona Latina por siete años; asimismo, trabajó en Chilevisión y en LaRed. 

Asegura que gran parte de su crecimiento profesional y aprendizaje radica en la experiencia de haber sido parte de redes internacionales “El haberme ido a trabajar fuera del país me enseñó muchísimo, porque además yo re-presentaba, de alguna mane-ra, a los bolivianos en Chile, tenía que hacer un buen papel”, afirma.

Al regresar a Bolivia fue parte de ATB como conductora de un programa de fútbol, en La Paz. Después, llegó a Cochabamba y se sumó a las filas de Univalle TV hasta finales del año pasado, cuando cambió a  Bolivia TV. Actualmente,  Alejandra se encarga de la conducción del noticiero meridiano y de la revista nocturna Primer Plano. 

Desde que comenzó, crecer es parte importante de sus metas. “Partí presentando dibujos animados en televisión y actualmente hago entrevistas a autoridades nacionales, siento que he crecido. Mi meta era conducir un programa nocturno de entrevistas, no pensé que se me iba a dar tan pronto. Voy a seguir preparándome en ello porque me gusta mi trabajo y soy exigente conmigo”, dice.

Además de la conducción, Alejandra tiene otras dos pasiones ligadas al arte. Es amante de la música, fue vocalista de una banda de rock durante un tiempo. También, pinta en acuarela, una actividad que comenzó en Santiago y que describe como una catarsis. “Fue y es mi mejor terapia. No me cuestiono cuando pinto, no lo planeo, no lo hago para que le guste a alguien, son bastante oscuros mis cuadros, son para mí y de repente a algún loco le gustan”, afirma.

La pandemia ha sido un momento para repensar sus prioridades. Los planes a futuro ya no son parte fundamental de su vida, valora el tiempo y el apoyo que recibe de su pareja y su familia. 

“Ya no planeo tanto. He decidido fluir un poco más. La pandemia ha hecho que me de cuenta que realmente todo puede cambiar de maneras que jamás habrías planeado. Ya no soy tan estructurada, tengo sueños, pero no planes”.