Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Algunas ausencias están más presentes que otras

Sobre El olor de tu ausencia (2013), que forma parte de la muestra de cine boliviano realizada en Ohio, Estados Unidos, gracias a la colaboración de la organización estudiantil Abya Yala de la Universidad Estatal de Ohio y la carrera de Comunicación de la Universidad Privada Boliviana. Su proyección se realizará el 26 de agosto. Es posible acceder gratuitamente a la selección de películas que forman parte de este ciclo mediante el portal de BoliviaCine.com 
Algunas ausencias están más presentes que otras.
Algunas ausencias están más presentes que otras.
Algunas ausencias están más presentes que otras

Todos tenemos una relación distinta con la palabra “ausencia”. Y el vínculo que desarrollamos con este concepto es aterrador y fascinante a la vez. En el caso de Bolivia, el término nos describe. Pensemos en: La ausencia del compositor Simeón Roncal o En el fondo de tu ausencia de la escritora María del Rosario Barahona. Y ahora, El olor de tu ausencia del director cochabambino Eddy Vásquez Vallejos. Con duración de 85 minutos; con duración de 85 preguntas.

 El largometraje fue escrito, dirigido, fotografiado y co-producido por Eddy Vásquez. Cinco años después, el 2013, se estrenó. Recorrió distintos festivales internacionales, y fue seleccionada para el ranking de las mejores películas hispanoamericanas de 2013, en los Premios Platino 2014. A nivel nacional ganó en los premios Eduardo Abaroa 2014, en las categorías: mejor largometraje, mejor dirección y mejor dirección de fotografía; y el 2015, en el Festival Diablo de Oro en Oruro, ganó el premio a mejor dirección de fotografía. 

Cochabamba lejos de las postales 

El sentido estético particular del largometraje, está envuelto en el simbolismo de sus colores, sus locaciones y sus planos. Cochabamba, escondida detrás de la fachada del apacible valle, se muestra áspera en los campos sin flores. Lógicamente, su geografía hace que la ciudad se vea rodeada por cerros, proyectando la imagen de una cápsula, omnipresente a nivel presencial y conceptual. A simple vista transmite la idea de amplitud, pero siempre se ve impedida por elementos que no permiten concebir un horizonte pleno. Esta sensación asfixiante pero sutil, protagoniza el largometraje de Vásquez. Acompañado por el espectro de la migración; temática constante que rodea a los personajes, y de alguna manera ha incidido, incide o incidirá en sus vidas. Tanto los que se van como los que se quedan dejan un rastro en su entorno; construyen ausencia. 

Tres historias erráticas se narran simultáneamente, con decisiones trascendentales que deben ser tomadas a lo largo del film. Construida a partir de la interpretación de actores naturales que reflejan parte de su vida en esta ficción, la atmósfera hostil y cotidiana va cobrando solidez. Criss (Cristhian Álvarez), un joven a punto de graduarse del colegio, con recientes responsabilidades paternales. Snake (Roberto Guilhon) y Troy (Rodrigo Lizárraga), dos migrantes con asuntos pendientes, influenciados por su estancia en Estados Unidos. Y Deko Bazura, cuyo refugio se encuentra en el punk y el nihilismo, ante un entorno familiar disgregado.

Paradojas

¿Y el toque irónico y crítico del largometraje? El encapsulamiento de los personajes móviles y estáticos. El sacrificio de la búsqueda de mejores oportunidades, enfrentándose a lo desconocido para brindarle una mejor vida a su familia o a sí mismos, a costa de quebrar a su familia o a ellos mismos. 

Este cúmulo de contradicciones (en gran medida biográficas para el director), son aglomeradas en la música y el diseño de sonido de El olor de tu ausencia. De la mano de Loz Fermentadoz, cantan en medio del bullicio y el descontrol “sin política, sin ideología, sin un pensamiento para el futuro”, enfatizando en el vacío que habita constantemente en las esferas que Cochabamba omite sistemáticamente. Así, con el peso de lo “extraoficial”, los personajes viven con la incertidumbre de su destino marcado por el desplazamiento, intrínsecamente relacionado a su  identidad, pues parece inalcanzable y abstracta. Por ello, una decisión precisa y acertada fue musicalizar el largometraje con este género. El neo punk desgarrador como el himno de la ausencia subalterna. 

Algunas ausencias están más presentes que otras porque quiebran más a su paso. Esa es la propuesta de Eddy Vásquez, mediante la historia, la imagen y la música, intenta visibilizar una realidad íntima y a la vez colectiva que ha configurado, configura y va a configurar la vida de los ciudadanos en su cotidianidad. 

Estudiante de la carrera de Comunicación de la Universidad Privada Boliviana

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