La conmoción por la saña con que fue concretado el crimen de Valeria Mercado no disminuye. La joven madre de 28 años, que días antes de ser asesinada festejó el cumpleaños de su niño Pedro, recibirá hoy cristiana sepultura en Quillacollo (Cochabamba), su lugar de origen.

Si el proceso de búsqueda (durante 25 días) fue de angustia para sus padres y hermanos, las últimas 72 horas han sido de dolor y despedida, tras asumir la peor confirmación: el jueves, la Policía encontró su cadáver en una caja envuelta con cinta. El cuerpo estaba en una estructura metálica que “simulaba” ser una lavadora.

El viernes, sus seres queridos comenzaron a velar sus restos en Cochabamba, luego de que Valeria fuera trasladada desde La Paz, donde perdió la vida el 11 de marzo, a manos, presuntamente, de José Luis A., su expareja y padre de su hijo Pedro. Por el crimen, el hombre está aprehendido y la Fiscalía pedirá la pena máxima por feminicidio: 30 años sin derecho a indulto.

Según el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, el crimen tuvo dolo, puesto que José Luis, quien la habría convencido para que viajase al occidente a celebrar el cumpleaños del niño, alquiló una casa en la que supuestamente iban a quedarse.

Luego del delito, habría arrendado otra casa para dejar allí el cadáver junto con los elementos usados para llevar a cabo el feminicidio. Presumen que los padres del aprehendido estarían implicados.

En cuanto al hijo de Valeria, Noemí Núñez, de Mujeres de Fuego, explicó que sus abuelos maternos pelearán su guarda. “La familia está adolorida, pero pide la custodia del niño porque no puede quedarse con los padres de José Luis A.”, dijo.