El municipio de San Matías es sinónimo, por estas horas, de incertidumbre y temor en la población. Y es que al menos cuatro crímenes, con supuestos sicarios de por medio, ha levantado la alarma entre los lugareños.

Es por ello que un contingente policial fue enviado este lunes al municipio cruceño, fronterizo con Brasil, con el objetivo de indagar y dar con los autores de los asesinatos a sangre fría que se suscitaron en diferentes contextos.

No solo efectivos del orden se han constituido en San Matías, sino también integrantes de la Organización Internacional de Policía Criminal o Policía Internacional (Interpol), de la Dirección Departamental de Migración y cuatro fiscales de materia.

Así ha informado el comandante de la Policía de Santa Cruz, el coronel Jhonny Chávez.

En consonancia con lo dicho por el jefe policial, se han colectado vainas de armas de fuego de diferentes calibres. Estas serán sometidas a valoraciones y pericias, a fin de identificar exactamente qué ha sucedido para que la inseguridad reinara.

La Policía sospecha que los crímenes puedan guardar relación con el narcotráfico. Esa es una de las hipótesis. No obstante, los motivos serán corroborado conforme avancen las investigaciones y se cruce información con Brasil.

CARNICERÍA

Uno de los decesos sucedió el 11 de septiembre, cuando Rosauro M. fue abatido con una ametralladora cerca de una carnicería. Los autores del crimen se dieron a la fuga en una camioneta. En ese hecho, Ronald K., un hombre de 33 años que pasaba por el sitio, resultó herido y tuvo que ser trasladado a Cáceres, Brasil.

PELEA DE GALLOS

En horas de la noche de ese mismo día se registraron otros dos asesinatos en ese municipio cruceño al interior de un local de pelea de gallos.

José David Shiriqui., hijo del exalcalde de Trinidad Moisés Shiriqui, y Fabiano de Souza, fueron victimados.

JOVEN CALCINADO

Antes, apareció el cuerpo calcinado de un joven de 19 años. Se trata de Wieslin F., quien se hallaba desaparecido. Su cadáver fue encontrado carbonizado en la propiedad La Pesquera. Su madre, Magdalena, pidió justicia junto al cajón de su hijo.