Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Exseminarista sospechoso de asesinar al fraile huyó a Brasil; Policía gestiona su regreso

La muerte sanguinaria del fray Wilberth Daza, ocurrida en Semana Santa, conmocionó a toda Bolivia.
Fotografía de Wilberth Daza. Facebook
Fotografía de Wilberth Daza. Facebook
Exseminarista sospechoso de asesinar al fraile huyó a Brasil; Policía gestiona su regreso

El comandante general de la Policía Boliviana, Jhonny Aguilera, indicó hoy que el principal sospechoso del asesinato del fray Wilberth Daza, Marco Lucas Flores Miranda, se encuentra en São Paulo, Brasil, y que ya se estaría coordinando con las autoridades de seguridad del país vecino para lograr su aprehensión.

“Está identificado el hombre y sabemos que se encuentra en São Paulo. Estamos coordinando con las autoridades policiales de dicha ciudad de Brasil”, dijo Aguilera.

Temprano, se dio a conocer una alerta migratoria en contra de Flores después de que la Fiscalía cruzara un requerimiento, por lo que ya se habían iniciado controles en dos de los pasos fronterizos terrestres y aéreos, según informó el director regional de Migración Santa Cruz, Ramber Gómez, citado por Página Siete.

Aguilera indicó que, debido a que el sospechoso ya no se hallaba en territorio nacional, la aprehensión dependerá de las autoridades policiales de Brasil y que una vez realizada la misma, se deberá comenzar con los procesos administrativos y judiciales para extraditarlo a Bolivia.

El asesinato del fray Wilberth Daza, ocurrido la noche del sábado, en Semana Santa, conmocionó a toda Bolivia. El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, manifestó ayer que el presunto autor fue identificado. Se trataría de una persona que visitaba constantemente la iglesia y que tenía problemas con las drogas. “(El sospechoso) tenía conocimiento del movimiento de la iglesia”.

Daza, oriundo de Macharetí (Chuquisaca), fue hallado sin vida al promediar las 23:00 del sábado en la iglesia de San Francisco en Santa Cruz. Según la Fiscalía, el fraile recibió al menos 17 golpes contundentes en la cabeza, mismos que causaron su muerte.