Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
  • Actualizado 10:02

Tres policías mueren acribillados; activan cerco a dos sospechosos

Dos sargentos y un voluntario del Gacip patrullaban en Porongo y un problema mecánico en su vehículo fue aprovechado por dos personas para cometer el delito. Luto en las familias.
Los cuerpos en la patrulla policial.
Los cuerpos en la patrulla policial. CLAVE 300
Tres policías mueren acribillados; activan cerco a dos sospechosos

El sargento mayor Eustaquio Olano, el sargento primero Alfonso Chávez y el policía voluntario del Gacip David Candia murieron acribillados ayer en Santa Cruz, donde realizaban tareas de patrullaje en el municipio de Porongo.

Los autores del crimen serían entre dos y tres personas, posiblemente extranjeros (colombianos), que se encontraban en un vehículo vagoneta tipo  Ipsum color plomo.

La fuera del orden activó un cerco en el lugar y la búsqueda por aire y tierra hasta anoche mientras los tres cuerpos yacían en el interior de una patrulla policial. Tenían heridas en diferentes partes del cuerpo y manchas de sangre en sus uniformes.

INFORME

De acuerdo con el reporte policial oficial del investigador del caso, existe un sobreviviente (subteniente Céspedes), quien tras escudarse detrás de la camioneta, alertó sobre el hecho.

En el lugar se logró recolectar al menos 17 casquillos de las armas largas que se usaron para acribillar a los uniformados. Su vehículo, que tenía problemas mecánicos y eso fue una ventaja para sus asesinos, tenía dos impactos de bala; uno en la puerta y otro en la llanta delantera derecha. 

“Cerca de las 16:00, en el municipio Cuchis, fueron interceptados por dos a tres personas con chaleco de color verde y armas de fuego largas. Descendieron de una vagoneta y comenzaron a disparar contra los uniformados”, dice el documento oficial.

El comandante general de la Policía, Jhonny Aguilera, no ve una causa evidente para este crimen más que quitar la vida a personas inocentes que solo cumplían con su deber.

Los familiares llegaron hasta la morgue, donde fueron trasladados los cuerpos para la autopsia de ley y no hallaban consuelo por lo sucedido. Se requirió apoyo psicológico para contener la crisis emocional que estaban pasando.