Dos hombres fueron asesinados con armas blancas por sus concubinas, que poco después fueron detenidas por la Policía. Los crímenes se registraron este domingo 19 de marzo en Cochabamba y La Paz.

Las sindicadas aceptaron su culpabilidad, pero alegaron que lo hicieron en defensa propia. Los casos se encuentran en proceso de investigación.

En Cochabamba, el hombre, de 31 años, que había sido apuñalado en la región del tórax fue auxiliado por sus vecinos, quienes lo trasladaron hasta el Centro de Salud de Villa Pagador, al sur de la ciudad, al promediar las 21:00. No resistió y perdió la vida. 

La pareja, padres de un niño  de casi dos años, habría tenido una fuerte discusión. Una inquilina que vivía en el mismo inmueble vio a la sindicada con un cuchillo en la mano. Según el subdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Cochabamba, Hernando Sotopeña, personal de Homicidios se constituyó al Centro de Salud de Villa Pagador donde, junto con el equipo multidisciplinario de la Fiscalía, realizó el levantamiento legal del cadáver de la víctima.

También colectaron distintos elementos con fines investigativos.

No es el primer caso donde una mujer es procesada por acabar con la vida de su pareja en Cochabamba. Mishel C.C. y Martha M.F., de 23 y 25 años, respectivamente, fueron sentenciadas a 30 años por el delito de asesinato. Los crímenes se registraron el 16 de enero y el 14 de febrero de este año. Ambas se encuentran recluidas en el penal de San Sebastián Mujeres. 

OTRO CRIMEN

Una mujer, de 25 años, fue aprehendida en El Alto, La Paz, por haber acuchillado y asesinado a su concubino. “Me he defendido”, alegó la procesada.

Un hombre, de 22 años, sufrió una herida punzocortante en el tórax. La pareja se encontraba bajo efectos del alcohol. La detenida declaró que habían salido a festejar el Día del Padre, pero discutieron en la casa de una amistad. Dijo que él la insultó y golpeó y, luego de unas horas, sacó un cuchillo de su bolsillo, pero ella le arrebató y le asestó el arma punzocortante en el pecho.

Más tarde, la mujer notó pálido al padre de su hijo, de un año y dos meses, y pidió un taxi para llevarlo a un hospital, donde perdió la vida.

La Policía realizó el levantamiento legal del cadáver y se dirigió a la zona de Alpacoma, donde en una vivienda encontraron prendas de vestir con manchas rojizas que estaban siendo lavadas. Presumen que pretendían desaparecer pruebas y modificar la escena del crimen.