Juan Carlos P., padre de los niños de 2 y 9 años que murieron tras ingerir alimentos envenenados, en Inquisivi, La Paz, aseguró que es inocente y que no fue él quien ha envenenado a sus hijos.

Según el aprehendido y principal sospechoso por el doble infanticidio, se trataría de una "venganza" por parte de la madre, de acuerdo con lo narrado por el fiscal departamental de La Paz, William Alave.

“Él ha señalado que no fue partícipe en el hecho, que esto sería parte de una venganza (…) por parte de la madre hacia el padre. No olvidemos que es el progenitor de la niña fallecida”, expresó.

El fiscal de Inquisivi imputó a Juan Carlos y a Ana Q., su pareja, por el envenenamiento de los infantes. Pidió a la autoridad jurisdiccional la detención preventiva en la cárcel de San Pedro para el hombre, mientras que para la mujer, ha solicitado la detención domiciliaria por complicidad.

A su vez, Alave dijo que la necropsia estableció que los dos niños fallecieron por anoxia cerebral y pancreatitis aguda hemorrágica.

“Lo que significa que es a causa de la intoxicación de una sustancia. Las pruebas fueron llevados al IDIF (Instituto de Investigaciones Forenses) para establecer qué sustancia tóxica es la que estaba en el estómago de estos menores”, acotó el fiscal departamental.

EL DOBLE CRIMEN

El doble infanticidio aconteció el pasado 24 de abril. Cinco menores consumieron alimentos contaminados que alguien dejó en la puerta de su domicilio. Ahí se colectó un envase de yogurt, mandarinas y una bolsa de leche en polvo. Estos elementos fueron derivados luego al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) para pericias toxicológicas. Dos de ellos murieron. Los otros tres consiguieron reponerse.

Los comunarios fueron los primeros en levantar sospechas en torno a Juan Carlos P., quien posee antecedentes por narcotráfico. Además, debía pensiones por más de 12.000 bolivianos, en consonancia con el comandante general de la Policía, el general Jhonny Aguilera.