El secuestro y asesinato de la niña Yhurayma enardeció al pueblo de Coripata, ubicado en la provincia de Nor Yungas del departamento de La Paz. A los papás de la víctima, de siete años, les dieron 12 horas para pagar 70 mil bolivianos por la libertad de su hija. Para ellos, era imposible conseguir el dinero en ese plazo.

Yhurayma es la quinta víctima de infanticidio en Bolivia. La niña que estaba desaparecida desde el lunes, aproximadamente desde las 16:00, fue encontrada sin vida la madrugada de este martes, al promediar las 04:00, en medio de arbustos en la comunidad de Auquisamaña. Su cuerpo tiene signos de violencia y, según el informe preliminar, presenta surco equimótico en el cuello, por lo que se presume que fue asfixiada.

El fiscal departamental de La Paz, William Alave, informó ayer que hay una persona aprehendida por el infanticidio. Se trata de Elizabeth M.C. (de 25 años), quien habría participado del secuestro junto a otras dos personas. Ella es sobrina de la madre de la víctima. “El Ministerio Público, en cuanto tomó conocimiento del hecho, dispuso los primeros actos investigativos. La niña tiene un surco equimótico, se presume que la muerte fue por una asfixia mecánica por ahorcamiento; sin embargo, el cuerpo de la niña fue traído a la ciudad de La Paz, para que se pueda realizar la autopsia médico legal y determinar la causa del deceso para tener elementos de convicción contra el autor, autora o los autores”.

Por su parte, la fiscal de la provincia, Beatriz Foronda, informó que el hecho sucedió el 10 de abril cuando la menor se encontraba con sus dos hermanos (de 8 y 12 años). En ese momento, habría sido secuestrada en inmediaciones de su casa.

Los secuestradores enviaron un mensaje de WhatsApp al número de celular de la madre de la víctima, Verónica C.R., pidiendo un rescate de 70 mil bolivianos. Ese texto fue leído por el padre, quien inmediatamente comunicó a su esposa y luego se apersonaron a la Policía del municipio de Coripata para hacer la denuncia.

La mamá de Yhurayma contó que pidió a los secuestradores una foto de su hija porque creía que era una broma. Le enviaron una fotografía de su niña, pero de espaldas. Quiso que le comunicaran con su pequeña, pero le dijeron que ella no daba las órdenes.

Elizabeth M.C., presunta implicada en el crimen, estaba siguiendo los pasos de los papás de la niña secuestrada. Verónica recibió un mensaje cuando ingresó a dependencias policiales. Le exigían abandonar el lugar o iban a matar a su hija. 

La madre estaba desesperada. Los policías, junto a los pobladores, iniciaron la búsqueda y, durante los actos investigativos, arrestaron a la sospechosa. Y, horas después, encontraron sin vida a Yhurayma. Coripata llora su muerte y pide justicia.