Ayoreos sobrevivientes: cobijados en Sacaba y sin dinero para volver

Hace una semana ocurrió el accidente del bus de La Veloz del Chaco, donde se perdieron 20 vidas. Entre las víctimas mortales se encontraba Baty Chiqueno P., miembro de la comunidad ayorea Canaán, quien viajaba con su esposo Eleodoro y sus dos hijos (de 5 y 3 años), además de otros familiares. Habían llegado a Cochabamba para aprovechar la Festividad de la Virgen de Urcupiña y vender sus artesanías y dulces. Ahora, la familia de la fallecida se encuentra en un refugio en Sacaba, donde están pidiendo ayuda para regresar a su pueblo, ya que no cuentan con ropa ni recursos para comprar los pasajes de vuelta.
La flota que transportaba a más de 55 pasajeros, entre los que se contaban nueve ayoreos, sufrió un vuelco lateral y se embarrancó en Paracti, en el kilómetro 82 de la carretera Cochabamba-Santa Cruz. La estrecha unidad de la comunidad indígena quedó evidenciada cuando los heridos, ingresados en la clínica Arébalo, expresaron el deseo de compartir una misma sala durante su proceso de recuperación. Todos han recibido el alta médica y, desde el pasado viernes, se encuentran alojados en el Centro Integral Contra la Violencia de Sacaba. Una de las víctimas aún requiere cuidados y reporta dolor de espalda. El equipo médico del programa Salud Comunitaria Intercultural (SAFCI) está vigilando su progreso y ha evaluado la salud de toda la familia, según lo informado por Carmelo Valencia, jefe de Género, Generacional y Familia en la Alcaldía de ese municipio.
Los parientes de los heridos arribaron a Cochabamba. Inicialmente, 25 ayoreos se encontraban sin alojamiento ni alimentación. El municipio de Sacaba los acogió en su centro, donde se sumaron otros ocho indígenas, elevando la cifra a un total de 33. Con el transcurso del tiempo, los refugiados comenzaron a regresar a sus hogares; uno de los últimos grupos partió el martes por la noche. En la actualidad, solo quedan 12 personas, la familia que logró sobrevivir al accidente, y están en espera de ayuda como ropa, pañales para un bebé y recursos económicos para la adquisición de boletos.
Dada la condición de salud de una de las mujeres y el temor que sienten los cuatro niños que estuvieron en el bus siniestrado, no desean emprender el viaje por tierra, sino preferirían hacerlo por vía aérea, considerando el largo viaje de Cochabamba a la ciudad de Santa Cruz y luego al municipio de Cuatro Cañadas.
Levi Picanerai, líder comunitario y pariente de los heridos, ha estado en movimiento durante la última semana. Inicialmente, se movilizó por recuperar el cuerpo de su prima Baty de la morgue del Hospital San Francisco de Asís de Villa Tunari. Luego, siguió de cerca la evolución de los heridos. Actualmente, se encuentra junto a los accidentados en el centro de acogida en Sacaba, donde se les brinda refugio, comida y atención médica. A pesar de estas gestiones, todavía no han logrado regresar a su comunidad. La familia perdió sus pertenencias y el dinero obtenido por la venta de artesanías y dulces en el trágico suceso.
Si está interesado en apoyar a esta familia, puede acudir al Centro Integral Contra la Violencia en Sacaba, ubicado en la calle final Granado Norte en el Distrito 1, o comunicarse al número 73609415 (Levi Picanerai).