Erwin S.V., de 43 años, fue abatido a tiros. El sicario, que vestía una chamarra negra y estaba a bordo de una motocicleta, le disparó seis veces; cinco en la cabeza y uno en el hombro. El hecho de sangre se registró la noche del domingo 19 de marzo en la comunidad San Joaquín, del municipio de San Matías, en medio de la fiesta patronal de San José.

El fiscal departamental de Santa Cruz, Roger Mariaca, informó que el autor está siendo buscado por los efectivos policiales e investigan si estaba acompañado o hay otros implicados en el crimen que sacude nuevamente a San Matías, municipio con gran potencial turístico, pero que ha registrado varios asesinatos a sangre fría.

Según datos preliminares, el sicario vestido de negro ingresó al inmueble, donde se encontraba Erwin, y le disparó varias veces. Se dio a la fuga hacia la frontera con Brasil. La Policía llegó al lugar pasada la medianoche y procesó la escena del crimen, donde colectó una vaina y un proyectil de nueve milímetros.

Se presume que el autor del asesinato ingresó por la frontera con Brasil. La Policía indaga sobre los posibles móviles del crimen y busca dar con el paradero del sicario.

En febrero de este año, un universitario fue asesinado a tiros en el Corso de Carnaval de San Matías. La zona roja suma al menos 10 muertos en un año. 

San Matías es una región violenta. Es un territorio en el que opera el crimen organizado de Bolivia y Brasil, sobre todo los vinculados con el narcotráfico y el robo de vehículos, según una publicación de ABI.

Desde la década de los noventa se impone el delito en ese territorio. Ingresan vehículos robados de Brasil que se intercambian por droga, se ejecutan secuestros de personas y los asesinatos en vía pública son, además de violentos, frecuentes.