Adela huyó embarazada y con su hijo en brazos; su pareja le arrancó la oreja
Adela S., embarazada y con su hijo en brazos, llegó la noche del lunes 14 de marzo a la casa de Mujeres de Fuego, en Cochabamba. Su concubino Edwin Hinojosa le arrancó parte de la oreja a mordiscos y se dio a la fuga en Tarata. Sus suegros le dijeron que debía irse porque si su hijo, agresor, volvía a la casa era capaz de matarla.
La víctima, de 22 años, salió del pueblo cargando a su hijo, de un año y cuatro meses, y llevando un par de prendas de vestir en una bolsa. Buscó ayuda en Mujeres de Fuego y, desde el colectivo, hicieron conocer que Adela necesita dos cirugías de reconstrucción y ayuda para salir adelante con su hijo pequeño y el que nacerá en unos cuatro meses.
Adela pide a la Policía que dé con el paradero del padre de sus hijos porque teme que la busque y acabe con su vida. “Tengo mucho miedo. No es la primera vez que me agredió, pero no les contaba a mis familiares para no preocuparlos (…). Él me dijo que si algún día entraba a la cárcel iba a mandar a sus amigos para que me hagan algo y, por eso, pido ayuda”.
La víctima refirió que el hecho violento se registró el pasado 6 de marzo cuando su concubino, junto a otros familiares, estaba consumiendo bebidas alcohólicas. Él comenzó a golpearla y ella en defensa le respondió con dos puñetes. El agresor enfurecido pretendía morderle la cara, pero alcanzó a su oreja y le arrancó parte de ella.
La mujer se escondió en una habitación, mientras su concubino gritaba que iba a matarla. Salió a la calle y los familiares del agresor le decían que se vaya, pero ella les exigió que le entreguen a su hijo y, cuando lo hicieron, escapó de la casa de sus suegros.
Fátima Terrazas, presidenta del Colectivo Mujeres de Fuego, pidió que personal policial de inteligencia, de Cochabamba, se constituya a Tarata y otros municipios del Valle Alto a fin de ejecutar la orden de aprehensión en contra de Edwin Hinojosa, de 23 años. Lamentó que el caso esté siendo investigado como violencia familiar y doméstica, siendo que la víctima tiene 25 días de incapacidad médico legal y, en su criterio, debe cambiarse la tipificación a tentativa de feminicidio.
DATOS En Bolivia, el 81% del total de casos atendidos en 2021 en la Fiscalía Especializada en Delitos de Género es por violencia familiar o doméstica. Las otras denuncias son por violación, abuso sexual, acoso sexual, estupro, violación de infante, niña, niño o adolescente y otros delitos.
Se contabilizó 46.774 casos enmarcados en la ley 348 que garantiza a las mujeres una vida libre de violencia, de los cuales 37.613 fueron hechos de violencia familiar o doméstica. El mayor número de denuncias se registró en Santa Cruz, seguido de La Paz y Cochabamba.