Tenía 21 años y soñaba con ser una gran chef repostera. Adriana Valentina U.L. salió de su casa el jueves 26 de enero, a las 13:00, para almorzar con su enamorado Randy E.P., pero no regresó a su hogar. Su cuerpo  sin vida  fue encontrado el domingo, al promediar las 20:00, en la habitación de un hostal de Cochabamba.

La búsqueda terminó a los tres días de la desaparición. La Policía llegó al inmueble, al llamado de los administradores del hospedaje, pero Randy (22) intentó evitar su ingreso. Movió un ropero hasta la parte posterior de la puerta para impedir la entrada, mientras se realizaba un corte en el cuello y en el brazo para acabar con su vida, pero no lo consiguió. Fue auxiliado hasta el Hospital Viedma. 

Desde entonces, el imputado por el feminicidio de Adriana Valentina U.L. se encuentra hospitalizado y con custodio policial, pero fuera de peligro. Su abogado Gonzalo García dijo que su cliente expresó su arrepentimiento, pero se abstuvo de declarar y se prevé que se someta a un juicio abreviado donde un juez le imponga la pena máxima, 30 años en Bolivia. 

79 HORAS DE ANGUSTIA

El 26 de enero, la joven se encontró con su enamorado y luego debía presentarse en una entrevista laboral, pero sus planes cambiaron. El jueves, al promediar las 16:40, la pareja ingresó a un hostal ubicado en la avenida Aniceto Arce, informó el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) de Cochabamba, Alfredo Saravia.

Cámaras de vigilancia de negocios y viviendas próximas al alojamiento captaron a la pareja tomados de la mano, mientras caminaban por la acera antes de ingresar al lugar. Según la autopsia, Valentina perdió la vida por compresión cervical externa y asfixia mecánica por estrangulamiento a mano a la 01:00 del 27 de enero, es decir, unas ocho horas después de su ingreso al hostal.

Randy no salió del lugar hasta su aprehensión. Trabajadores del hospedaje lo vieron por última vez a la hora de su ingreso. Al día siguiente, personal llamó a la puerta, pero el joven respondió desde el interior de la habitación. Avisó que iba a quedarse otro día más y que el pago lo haría por QR, según información que conoció la jefa de Servicios Legales Integrales Municipales (SLIM) Cochabamba, Tatiana Herrera.

Acotó que una trabajadora de turno se percató el domingo 29 de enero, por medio de las redes sociales, que los jóvenes alojados estaban siendo buscados por sus familiares. Le comunicó la situación a la administradora del hostal y, de esa manera, se aproximaron al piso donde estaba Valentina y Randy. Sintieron un mal olor y llamaron a la Policía.

Los funcionarios policiales ingresaron por la fuerza a la habitación y encontraron a Valentina ya sin signos vitales. Randy se había autolesionado, por lo que lo trasladaron al hospital más cercano.

El equipo multidisciplinario de la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Vida acudió al lugar para recabar todos los elementos que podrían ayudar a esclarecer el feminicidio, informó la fiscal departamental de Cochabamba, Nuria Gonzáles.

CONFESIÓN

Randy le envió un mensaje por WhatsApp a su madre presuntamente después de asesinar a su enamorada.

“Tenemos conocimiento de que el joven mandó un mensaje por WhatsApp a su mamá diciéndole que le perdonen por la acción que había cometido”, refirió Saavedra.

La Fiscalía considera que, además del mensaje, hay otros elementos que hacen presumir que Randy es autor del hecho. 

VIOLENCIA

Valentina y Randy comenzaron una relación sentimental hace tres meses. Ambos estudiaban gastronomía.

Según Herrera, la joven sufrió antes violencia. En diciembre, Randy le arrebató y rompió su teléfono, pero luego se dio una “conciliación”. El pasado 16 de enero, Valentina terminó su enamoramiento, pero él no lo aceptó y siguió buscándola y hostigándola.

La joven, que estaba delicada de salud, estaba decidida a alejarse de Randy. El 26 de enero iba a terminar definitivamente su relación con él, pero su novio acabó con su vida.

La familia de Valentina exige justicia y pena máxima para el feminicida. Sus restos son velados y se prevé que hoy sea su entierro.

CUATRO MUJERES ASESINADAS EN UNA SEMANA EN BOLIVIA

Mercedes M.G., Potosí; Catia I.R.C. y Vianca C.I., Santa Cruz y Adriana Valentina, Cochabamba, fueron asesinadas durante los últimos días.

A Mercedes (58) la mató su amigo Segundino B.M. el 23 de enero en el municipio de San Pedro de Macha, Potosí. A Catia (52) la victimó su pareja Magdaleno P.G., de nacionalidad mexicana, que luego de asesinarla la madrugada del 28 de enero acabó con su vida en una vivienda del barrio El Progreso de San Julián. Ese mismo día, a Vianca la hallaron sin vida, después de seis días de búsqueda, en Camiri.

11 feminicidios se registraron en Bolivia en lo que va del año, según los reportes de prensa. Se aguarda el reporte oficial del Ministerio Público. 

SIGNOS DE ALERTA

Actualmente viralizadas en redes sociales como "red flags" (banderas rojas), las conductas delictivas o llamadas por algunos como "tóxicas" en las parejas, son analizadas de a poco por el campo de la psicología.

Aunque no existen indicadores estándares que se puedan aplicar de la misma forma a todas las personas, puesto que cada uno tiene personalidades y vivencias diferentes, si hay algunas alarmas que tanto mujeres como hombres pueden tomar en cuenta para estar siempre al pendiente y cuidar de su seguridad, la de su familia y el bienestar en sus hogares para prevenir la violencia.

Según la psicóloga forense Marcia Garamendi, la autoestima es uno de los puntos más importantes a trabajar en mujeres y hombres desde muy temprana edad. 

"Siendo capaces de detectar el abuso y la violencia en sus distintas formas, teniendo amor propio, las personas serán fuertes y totalmente capaces de abandonar a quienes tratan de ejercer violencia y abuso sobre ellos. Sin embargo, en situaciones contrarias, quienes tiene baja autoestima suelen pensar que nunca podrán encontrar otra pareja igual o que su vida no tendrá sentido si los dejan, y eso no está bien. Todos debemos sentirnos totalmente autosuficientes para seguir adelante", indicó.

Dentro de lo que son las señales de alerta, Garamendi mencionó las actitudes posesivas. 

“La muestra más común puede ser el impedimento a salir, cuando no los dejan trabajar o pasar tiempo con sus familias, muchas veces bajo la excusa de 'te quiero solo para mí', o que 'no me agrada tu familia o amigas y no quiero que los veas', 'son mala influencia', y cosas así, que en el fondo buscan aislar a la víctima de sus seres queridos", ejemplificó.

Asimismo, las faltas de respeto, como los gritos, impaciencia y no cuidar el espacio personal del otro, suelen ser las primeras muestras de violencia dentro de las parejas y hogares, además del desprecio de muestras de cariño o a la comida que le preparan, por ejemplo.

Los celos también forman parte de las actitudes "tóxicas" y, en los últimos años, fueron señalados como el detonante de varios casos de violencia e incluso de feminicidios en el país.

El menosprecio al trabajo y actividades del otro también pueden ser una señal de alerta.

“Es importante aclarar que ninguna de estas actitudes justifica la violencia o feminicidios. A veces escuchamos 'la mató por celos' o "la golpeó en estado de ebriedad'. Siempre hay que sostener que nada justifica la violencia y que todos somos responsables de acabar con estas actitudes dañinas”, apuntó Garamendi.