Dos videos muestran el cruel biocidio de un jaguar a  manos de cazadores en un lugar aún no determinado, que podría tratarse de la Chiquitania en Santa Cruz, o cerca del Río Mamoré o Iténez en Beni.

Las imágenes fueron compartidas desde la capital cruceña a un grupo de WhatsApp de sus excamaradas del cuartel de Marco Greminger Céspedes conocido defensor de la vida silvestre.

“Hizo contacto mediante ese grupo de whatsapp de toda la compañía, haciendo referencia a que se investigue y haga llegar a las  autoridades pertinentes”, dijo a ANA el doctor Greminger , investigador y docente universitario.

Al parecer, según el primer vídeo el felino fue perseguido, acorralado en un árbol, luego uno de ellos le dispara con un arma larga en dos oportunidades; el animal cae agonizando y los cazadores instigan a los perros a que lo ataquen. En el segundo audiovisual se ve al Jaguar inerme, mientras un perro lame su cuerpo.

 

“Es lamentable lo que está pasando,  falta un poco de educación ambiental; falta un poco de concienciación de todas nuestras autoridades hacia el pueblo boliviano y los animales silvestres”, expresa el ambientalista.

Según las normas el biocidio es todo acto que entrañe la muerte de un animal, es decir, un crimen contra la vida. En Bolivia, son dos las normas que establecen sanciones para este tipo de hechos, el Código Penal, en su artículo 350, y la Ley 700 “Para la defensa de los animales contra actos de crueldad y maltrato”.

El Jaguar (Panthera onca) o tigre como se lo denomina localmente, es el felino más grande del país. Se  trata de una especie silvestre que está en veda indefinida desde 1992 y  se encuentra en un mayor peligro de extinción.

Este espécimen se constituye en un factor regulador del incremento de algunas poblaciones de animales contribuyendo directamente en el mantenimiento de las condiciones ecológicas. Este felino es además sensible a las presiones de cacería y a los cambios que afectan tanto la cobertura de vegetación, las fuentes de agua, así como también a sus presas.