Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 11:10

Tour del GIEI por Bolivia cierra con dos episodios de gritos, increpaciones y clima tenso

El equipo especialista que investigó los hechos suscitados en Bolivia, en 2019, culminó ayer su recorrido por el país con su visita a Montero. El hijo de Marcelo Terrazas, uno de los caídos durante los conflictos, acusó que el informe es una herramienta del MAS para "hacer un circo".
Una mujer increpa al GIEI y dice que el equipo opera para "Soros". Captura de video
Una mujer increpa al GIEI y dice que el equipo opera para "Soros". Captura de video
Tour del GIEI por Bolivia cierra con dos episodios de gritos, increpaciones y clima tenso

El recorrido que completó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales (GIEI) por el país, tras una semana de reuniones con familiares de las víctimas de los caídos en 2019, "bajó la persiana" con dos eventos con clima tenso, increpaciones y cuestionamientos por parte de personas y cívicos que cuestionaron el contenido del informe respecto a los sucesos conflictivos de hace dos años.

Con su visita a Montero, donde en 2019 se produjeron las muertes de Marcelo Terrazas y Mario Salvatierra, en el barrio Cofadena, el grupo de investigadores fue testigo de un momento incómodo. Algunos presentes en el acto de socialización del trabajo elevaron el tono. Incluso, una mujer acusó que el GIEI "opera" para Soros (George), en alusión a uno de los estadounidenses más multimillonarios del mundo.

"Ustedes no tienen que venir a tomarnos el pelo a los bolivianos, ustedes operan para Soros. Están planeando que Evo Morales cambie la Constitución", dijo la mujer, con tono muy elevado y señalando, con el dedo índice, a los miembros del equipo relacionado con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Por su parte, el hijo de Terrazas cuestionó la información del documento, pues entiende que se constituye en una herramienta para que el Movimiento Al Socialismo (MAS) politice el contexto. "Sabemos que es para armar un show y tratar de politizar el informe con el MAS. El informe es un circo del Gobierno", dijo.

Otro hombre expresó que "no solo el MAS es víctima acá", recordando que el GIEI consideró como "masacres" los hechos sucedidos en Sacaba y Senkata, donde, según aseveró ese equipo internacional, la Policía y militares dispusieron "represión y uso excesivo de la fuerza".

Por su parte, el titular del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, quien previamente quiso tener una audiencia con el GIEI, finalmente concluyó que es informe fue "tibio" y que "confundió" a la sociedad.

"Más que darnos la satisfacción, ha confundido más al pueblo y le ha dado más posibilidades al Gobierno para que quiera transformar el informe a su beneficio. No ha convocado a todos los actores sociales que estuvieron en esta lucha, como es el pueblo. La génesis del problema comienza con el fraude, con el 21-F. El señor Evo Morales queda impune. Le están aumentando los procesos a la expresidenta, pero nadie habla del señor Morales. El caso Cofadena ha quedado completamente diluido. Las leyes y fiscales están hechos a los opas", dijo el cívico.

Un episodio anterior también llenó de tensión parte del recorrido de los investigadores externos. Se dio en Betanzos, Potosí, cuando el brasileño Marlon Weichert y la colombiana Magdalena Correa, integrantes de esa comisión, exponían el contenido.

No consiguieron terminar de socializarlo porque, algunos de los presentes, cruzaron insultos entre sí.

Según El Potosí, se suscitaron intentos de peleas. Frente al panorama, el GIEI trató de continuar con el acto, pero decidió retirarse ante las dificultades.

El martes pasado comenzó el recorrido por el país, con la exposición oficial en el Banco Central de Bolivia. Un día más tarde, el grupo se trasladó a Senkata, donde se reunió con familiares de los caídos. También visitó la Facultad de Derecho de USFX, en Sucre. El 19 de agosto, el programa continuó con el arribo de los especialistas a Huayllani, Sacaba. El mismo día, otros integrantes se trasladaron al Salón del Obispado, en Potosí. Todo cerró ayer en Montero.