"A mis hijos, Bolivia es hermosa, ámenla, valórenla, luchen por ella y, sobre todo, luchen por la libertad, que ninguno de los tiranos se la quiten. Los amo con todas mis fuerzas. Pido disculpas a Dios por esta acción contra mi ser, pero espero que pueda darme fuerzas para entender sus designios y que mi patria no olvide su historia".

Esos son los últimos dos párrafos de la carta (en tono de nostalgia hacia sus hijos) que leyó la mañana de este miércoles Carolina Ribera y que le adjudicó a su madre, la expresidenta del país Jeanine Áñez, quien se encuentra presa en el recinto penitenciario de Miraflores, en La Paz. Allí cumple detención preventiva, a la espera de que comience su juicio oral por el caso llamado "Golpe de Estado".

En la misiva, Áñez le pide perdón a Dios, haciendo referencia al inicio de la huelga de hambre que ha decidido, en señal de protesta debido a su situación y en contra del aparato judicial.

También le aconseja a sus hijos, Carolina y José, que "amen al país" y luchen por él.

En otro de los fragmentos, la exmandataria recuerda que no se encuentra entera físicamente. Sin embargo -dice- agotará sus esfuerzos para reforzar la teoría de que "hubo fraude".

"Estoy enferma, pero mis últimas fuerzas las dedicaré para mostrar al país y al mundo que estos machos del poder no podrán borrar de la historia que cometieron fraude. Fueron encontrados y renunciaron escapando del país“.

Ribera fue quien compartió el contenido de la misiva, en nota con Página Siete.