Después de la llegada a Bolivia del monseñor Jordi Bertomeu Farnós, oficial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, especialista en temas de abuso sexual y cercano al Papa Francisco, la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) anunció la creación de dos comisiones nacionales: una de “escucha” y otra de “investigación” para abordar las denuncias de abuso sexual perpetrados por sacerdotes de la Iglesia Católica.  

“Hemos decidido crear una comisión nacional de escucha y una comisión nacional de investigación que determine responsabilidades y visibilice lo que ha sucedido. Simultáneamente, trabajaremos para prevenir y así brindar a las familias la certeza de que los niños y jóvenes estarán seguros en ambientes de la Iglesia”, informó hoy el secretario general de la CEB, monseñor Giovani Arana.  

Es preciso recordar que Bertomeu llegó a Bolivia, invitado por la CEB, para compartir una jornada con los obispos, como parte de su paso por Latinoamérica.

LLAMADO A DENUNCIAR

La Iglesia Católica llamó a las víctimas de abuso sexual y a quienes tengan conocimiento de estos hechos acudir a los espacios que habilitaran para recepcionar las denuncias. Asimismo, se comprometió a comunicar con “transparencia” los avances que se logren en ambos espacios.

“Pedimos, también, a todas las personas que han sufrido o tengan conocimiento de hechos de abuso sexual, que acudan a los lugares que habilitaremos para la recepción de denuncias y al mismo tiempo hagan lo mismo ante las autoridades públicas”, señaló monseñor Arana, quien dio lectura a un comunicado oficial del ente religioso.

La CEB también reiteró su compromiso con el Ministerio Público, la Policía y el órgano Judicial para “coadyuvar” con las investigaciones que se llevan adelante para esclarecer los hechos y las denuncias de abuso cometidos por sacerdotes.  

Desde la Iglesia, que dice afrontar un “momento doloroso”, también se comprometieron a comunicar, en las próximas semanas, los avances de la investigación, priorizando la atención de las víctimas.

“Como Iglesia estamos enfrentando un momento doloroso, no porque estemos sufriendo ataques y amenazas, sino porque tenemos la certeza de haber sido parte, directa o indirectamente, de un dolor profundo causado a personas inocentes que han sido víctimas de abuso sexual y de un manejo insuficiente de la situación, frente a una realidad, que es verdaderamente difícil de entender”, reza parte del comunicado leído por Arana.

IGLESIA SORDA

A través de este comunicado, los obispos de Bolivia también se dirigieron a las víctimas. Reconocieron que en lugar de darles la protección que merecían, ellas se toparon con una “Iglesia sorda”.

“Sabemos que no hay forma de compensar el daño causado, pero nos comprometemos a hacer todo lo posible para acompañar y procurar una reparación, con apoyo de profesionales que brinden asistencia y ayuden a sanar heridas y cicatrices”, reza en parte del comunicado.

La Iglesia Católica también recordó que llevan años trabajando en la prevención, acciones para sancionar los delitos de abuso, creación de protocolos y códigos de conducta, así como la capacitación y formación de agentes pastorales para atender las denuncias; sin embargo, no han sido suficientes.

“Reconocemos que es insuficiente y no hemos dado la respuesta que debíamos a nuestros fieles y la sociedad en general”, señala el comunicado.

Arana concluyó indicando que la Iglesia trabajará con el firme propósito de priorizar la atención de las víctimas.

“La herida del costado de Cristo resucitado es hoy un signo de comunión, pues habla de la violencia sufrida por las víctimas y al mismo tiempo es un signo visible del amor del resucitado”, señala la parte final del comunicado.