Este miércoles, al promediar las 23:00, un enfrentamiento entre cruceños y la Policía tuvo en vilo a los pobladores del Plan 3.000. Uno de los focos de atención fue una niña de 11 meses a quien, según la madre, le habrían disparado de manera intencional un gas lacrimógeno causándole una lesión en las costillas y dejándola inconsciente unos minutos.

Estefani Méndez, madre de la menor, relató los sucesos. Contó que ella, su bebé y su marido salieron a la farmacia en busca de unos medicamentos, cuando al volver a casa, el enfrentamiento estalló.

Resolvieron quedarse parados en la calle, a una distancia prudente del conflicto, debido a que pensarían que pasaría rápido y aprovecharían ese momento para volver a su domicilio.

"Decidimos quedarnos parados y esperar que pase el enfrentamiento, porque a veces dura un rato. Queríamos que pasara eso y llegar a nuestra casa, pero, en eso, un policía en su motocicleta se acercó, nos miró y gasificó a mi bebé. Eran como unas 15 motocicletas, dos policías en cada una. Todos ellos se fueron lanzando gases a todos lados", denunció la mujer.

“Tuve que agarrarla de los pies para sacarla de su cochecito para que no respirara más ese gas. Si no hacía eso, seguro que mi hija no habría estado aquí, viva", acotó la mamá de la menor.

Según Méndez, tras lanzar el gas, el policía se río de la situación y les dijo que se retiraran del lugar. "Vayan a ver cómo la curan", habrían sido las últimas palabras que les dijo el uniformado, según la mujer.

Al respecto, el gobernador cruceño, Luis Fernando Camacho, se pronunció y pidió que se den con los responsables de este hecho, mensaje que fue publicado junto a una fotografía del carrito de la menor donde se ve el impacto del proyectil de gas.

“La represión a los cruceños producida esta noche en el Plan 3.000 tiene que ser sancionada; las autoridades responsables no pueden quedar en la impunidad”, aseveró.