Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 17:55

Funerarias de La Paz se capacitan para recibir a los cadáveres de coronavirus

Los ataúdes son elaborados en talleres de carpintería, existen cajones económicos, regulares y de alta calidad, según el dirigente “hay funerarias que pueden cobrar un poco más alto porque le están dando un servicio preferencial”.
Funerarias de La Paz se capacitan para recibir a los cadáveres de coronavirus

El coronavirus también influyó en el trabajo de las funerarias en las ciudades de La Paz y El Alto donde, hasta hace poco, se negaban a prestar servicios a familiares de personas fallecidas con el COVID -19, sin embargo, tras una capacitación por autoridades de salud y el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) las más de 100 funerarias ahora cubren el servicio, pero bajo estrictas normas de bioseguridad.

El presidente de la Asociación de Funerarias, Miguel Ángel Elías, informó a OPINIÓN que su rubro se vio afectado porque la norma indica que no pueden existir reuniones de más de 10 personas, hasta antes de la llegada del coronavirus al país, las funerarias prestaban servicios de velatorio, traslado y entierro donde generaban fuentes de empleo, pero en la actual coyuntura tuvieron que reducir personal y servicios.

“lo que ahora generalmente estamos haciendo con esto del COVID -19 es  emplear a dos personas que tienen el equipo de bioseguridad completo, el chofer y uno que acompaña, llevan (al cadáver) directo al horno crematorio o a los cementerios autorizados para su exhumación a tres metros bajo tierra”.

El dirigente señala que por el incremento de casos positivos y muertes por la enfermedad, las funerarias determinaron emplear, en todos los casos, los Equipos de Protección Personal (EPP) “no vamos a llegar a saber si realmente ha fallecido por una enfermedad o por COVID -19 y por nuestra misma seguridad estamos instruyendo que todas las personas estén protegidas por su equipo de bioseguridad”.

Hasta antes del coronavirus, los trabajadores de las funerarias retiraban los cuerpos de los hospitales o domicilios utilizando elementos básicos como guantes, barbijo, ponchillo y una gorra, sin embargo, en la actualidad para todos los casos están empleando EPP, pero en el caso de un fallecido por coronavirus, el personal funerario utiliza tres capas de guantes de látex, dos Equipos de Protección Personal (también llamados mamelucos), mascaras faciales protectoras y botas de goma, una vez que se haya procedido con el traslado del cadáver, toda esa indumentaria es desechada.

Un salón velatorio de una casa funeraria en La Paz.

Un salón velatorio de una casa funeraria en La Paz.

CÁPSULAS IMPROVISADAS

Por recomendación de autoridades en salud, el manejo de los cadáveres por COVID -19 debe ser bajo normas de bioseguridad, ello implica que los cuerpos deban ser herméticamente cerrados o encapsulados, empero, las funerarias no reciben los cuerpos como indican las normas y deben improvisar el trabajo con bolsas normales.

“Nos estamos inventando nosotros las bolsas, de las bolsas nylon que normalmente tienen un metro de ancho, de las más gruesas. El Ministerio de Salud debería proveer a todos los hospitales para que cuando fallezca una persona (por coronavirus) sea introducida a bolsas herméticas de bioseguridad, eso es lo correcto”, según Elías quien agrega que los hospitales están estrechamente ligados a las funerarias cuando existen decesos y por protocolos de salud los fallecidos por coronavirus deben ser encapsulados.

NO HAY ACUERDOS CON EL ESTADO

El dirigente fue enfático al señalar que las autoridades estatales y municipales del área no les dotaron de elementos de bioseguridad o llegaron a acuerdos para descuentos por cremaciones “en ningún momento, ninguna autoridad nos ha dotado de equipos de bioseguridad, todo corre por parte de la empresa que se hace cargo del sepelio de una persona que fallece por coronavirus”.

Según Elías, en la ciudad de La Paz existen tres hornos de cremación, uno de ellos administrado por el municipio y los otros dos son privados. Cada cuerpo tarda en convertirse en cenizas en aproximadamente tres horas, para desintegrar los cadáveres los hornos deben estar por encima de los 800 grados de temperatura. El costo de los servicios por cremación supera los 4.000 bolivianos.

Si una funeraria desea instalar un horno de cremación debe solicitar licencia al SEDES instancia que debe certificar si el mismo cumple con los estándares de calidad para no dañar al medio ambiente.

ALTERNATIVA A LA CREMACIÓN

Al margen de la cremación de los cadáveres por coronavirus, existe la posibilidad de que los cuerpos sean depositados en fosas a tres metros del suelo y en La Paz existen dos cementerios que cumplen esas características, los mismos están ubicados en la ciudad de El Alto cementerio de Villa Ingenio y Mercedario, según el dirigente de las funerarias, esa alternativa no provoca riesgo al medio ambiente toda vez que al estar el cuerpo bajo tierra y encapsulado el virus deja de multiplicarse.

RECHAZO

En los pasados días, un cadáver por COVID -19 intentó ser enterrado en el cementerio de Villa Ingenio, sin embargo, los comunarios del lugar se opusieron a que se lleve tal acción por temor a que exista contagio; entonces el cuerpo tuvo que ser trasladado hasta Mercedario donde también las personas mostraron su rechazo, ante esta situación, el cadáver tuvo que ser enviado a un horno crematorio.

“los comunarios que se encuentran alrededor de dichos cementerios se han opuesto, entonces lo que pido a todos los medios de comunicación es que socialicen que si van a ser enterrados bajo tierra no habrá ningún tipo de contagio, porque el protocolo dice que la persona que sea enterrada bajo tres metros de tierra no podrá generar contagio”, puntualizó Elías.

En las ciudades de La Paz y El Alto, al menos existen 100 funerarias que ofrecen servicios que van desde 1.800 hasta más allá de los 2.000 dólares, de acuerdo al tipo de servicio que requieran los dolientes. Los servicios funerarios también generan empleos para fabricantes de velas, ataúdes, sábana santa, floristas, choferes y auxiliares.

Los ataúdes son elaborados en talleres de carpintería, existen cajones económicos, regulares y de alta calidad, según el dirigente “hay funerarias que pueden cobrar un poco más alto porque  dan un servicio preferencial”.