Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 14:29

Exvice critica ideología de Vargas Llosa y lo compara con Mesa y otros 4 políticos

El exvicepresidente Álvaro García Linera. ARCHIVO
El exvicepresidente Álvaro García Linera. ARCHIVO
Exvice critica ideología de Vargas Llosa y lo compara con Mesa y otros 4 políticos

El exvicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera publicó ayer un artículo de opinión en El Diario de Argentina bajo el título “Vargas Llosa y el liberalismo putrefacto” en el que critica la ideología política de Mario Vargas Llosa, el también escritor y periodista peruano, Premio Nobel de Literatura de 2010, a quien compara con el expresidente boliviano y líder de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, y otros cuatro líderes políticos.

En sus líneas también asegura que la calle y el voto serán los espacios donde se escribirá “el nuevo estado de ánimo popular” y ya no los medios de comunicación o los gobiernos. A su vez, advierte que el golpe de Estado tiende a instalarse como una opción factible en el repertorio político conservador.

En principio, alude a la edad de Vargas Llosa, su falta de principios y a su existencia “que se corrompe por elección” y que se degenera por decisión.

“Todas las cosas envejecen; los organismos vivos, las personas y las ideas. Pero hay maneras dignas de hacerlo, manteniéndose leales a los principios con los que se alcanzó el cenit de la existencia, consciente de los errores y sin arrepentimientos ni transformismos de última hora. Son los seres que se revuelcan en la putrefacción del alma arrastrando tras de sí las pestilencias de un destino extraviado. Este es el patético devenir del político Vargas Llosa de hoy”.

Aunque aclara que no se refiere al “genio literario”, arremete a su actual prosa política “llena de monstruosidades ideológicas” y lo califica como un letrado de un desplazamiento emocional de la época.

“Eso habla de un pervertido drama en el que un reposado liberal muta a un ardiente neofascista”, agrega.

También cuestiona el apoyo del escritor a la candidata peruana Keiko Fujimori, que denuncia “fraude” electoral en Perú. Es por eso que lo emparenta con Trump (expresidente de EEUU); y a Mesa, a quien acusa de que, al conocer su derrota en noviembre del 2019 contra Evo Morales, “convocó a los suyos a incendiar los tribunales electorales bolivianos, incluidos los votos de los ciudadanos”.

Asegura que se trata de un aullido de guerra de los derrotados y advierte que el golpe de Estado tiende a instalarse como una opción factible en el repertorio político conservador.

“Se trata de actitudes no muy diferentes a la de Bolsonaro, que reprocha a las dictaduras brasileñas (1964-1985) el solo haber torturado en vez de haber matado a los izquierdistas; o a la indignidad de Piñera arrugando su pequeña bandera nacional, para mostrarle a Trump que sus colores y estrella cabrían en una esquina de la bandera norteamericana”.

García Linera le dedica unas cuantas líneas a los sacerdotes “del libre mercado”, de quienes dice ya no tienen a sus pies a feligreses a quienes embaucar con redenciones futuras a cambio de complacencias actuales” y las élites, de quienes asegura divergen sobre cómo salir del atolladero económico y medioambiental que provocaron.

Llama inconformes a los “de abajo”, que no confían en el viejo curso que los de arriba les señalaban y no saben con certeza hacia dónde ir, aunque saben con claridad plebeya y callejera lo que ya no pueden soportar”.

Antes de terminar, sugiere que se está ante “la descomposición del neoliberalismo político que exacerba toda su carga violenta y está dispuesto a pactar con el diablo, con todos las fuerzas tenebrosas, racistas y antidemocráticas, para defender un proyecto ya malogrado”.

Cierra poniendo como ejemplo a Vargas Llosa, el político, “un bodrio literario carente de la épica de las derrotas dignas”.