El Gobierno ejecutó ayer la extradición del “pez gordo” del narcotráfico Jesús Einar Lima Lobo a Brasil, en cumplimiento de una orden judicial por el delito de asociación para el tráfico internacional de drogas.

Fue capturado en 2019 y acusado de controlar esta actividad ilegal en la Amazonía, además de tener varios antecedentes de operar mediante un clan desde los “90”, incluso teniendo vínculos con uno de los capos colombianos a quien fue considerado en su momento el jefe del cártel de Cali en Bolivia, Célimo Andrade Quintero. En ese entonces, la orden de extradición dispuesta no se cumplió.

El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, denunció que en la gestión de Jeanine Áñez fue beneficiado con detención domiciliaria y puso en la mira al exministro Arturo Murillo.

Días antes, el exdirector de Interpol, coronel Jorge Campos, mediante un informe, señaló que dijo que el excomandante de la Policía, Rodolfo Montero, le prohibió ejecutar la extradición, alegando que no había la orden de la exautoridad de Gobierno.

Por otro lado, allegados de Lima Lobo le dijeron que habían pagado 35 mil dólares al coronel Jhonny Aguilera, ahora comandante de la Policía, sin embargo, éste negó esa versión. 

Del Castillo también aseguró que la acusación es falsa y parte de una “guerra sucia entre algunos camaradas dentro de la institución verde olivo”.

Asimismo, manifestó que el Gobierno garantizará que no haya impunidad para personas que cometan delitos en el territorio nacional o que sean buscados en “segundos o terceros países”.