Mediante redes sociales, el expresidente Evo Morales denunció que “operadores” del supuesto plan negro tratan de “direccionar” en su contra el denominado caso Terrorismo, ocurrido en 2009 en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

“Denuncio ante mi pueblo y militancia del MAS-IPSP que operadores del plan negro al ver que fracasó investigación y acusación con cartas falsificadas para proscribir al MAS-IPSP y su dirigencia nacional, ahora tratan de direccionar caso de Terrorismo Separatista en nuestra contra (sic)”, escribió en Twitter.

La reacción del exmandatario surge luego que en pasados días se haya conocido la información que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) estableció que en el operativo en el Hotel La Américas, de abril de 2009, hubo ejecuciones extrajudiciales y torturas ordenadas por el entonces gobierno de Evo Morales, según publica el diario El Deber.

Ese mismo informe insta al Estado boliviano a investigar a la administración de Morales por las muertes para evitar un juicio internacional.

“Lamento mucho que algunos tratan de concluir el trabajo sucio de Murillo para intentar involucrarnos. No tenemos ningún miedo. Es obligación moral, política y legal defender la unidad de la Patria”, sostuvo Morales.

El jefe del MAS recordó que en su momento reveló “cómo y quiénes promovieron la utilización de este caso” para tratar de defenestrarlo políticamente.

De acuerdo a publicaciones de medios de comunicación, del 16 de abril de 2009, Morales dijo públicamente en Venezuela que dio la orden de proceder con la intervención al hotel La Américas ante la sospecha que se pretendía gestar un intento de magnicidio.

“Dejé instrucciones precisan al vicepresidente de la República, mediante el Vicepresidente al Comandante Nacional de la Policía hacer un operativo a detener a estos mercenarios y esta mañana me informan que ha habido una balacera de media hora, en un hotel de Santa Cruz, donde han caído tres extranjeros, dos detenidos”, añadió en ese entonces.

El denominado caso Terrorismo ocurrió en abril de 2009 ante la sospecha que un grupo de extranjeros conformaron un grupo terrorista, fuertemente armado, para ejecutar un supuesto plan que tenía como objetivo acabar con la vida de Morales y otros del su gobierno.