Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 14:50

A días de la Navidad, Iglesia llama a no quedarse en la exterioridad de las luces y los regalos

Sergio Gualberti en su homilía en la Basílica San Lorenzo Mártir.
Sergio Gualberti en su homilía en la Basílica San Lorenzo Mártir.
A días de la Navidad, Iglesia llama a no quedarse en la exterioridad de las luces y los regalos

El arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, llamó este domingo a los católicos a que, en esta Navidad, no se queden en la exterioridad de las luces y los regalos, sino acojan el camino que la Virgen María ha indicado de acompañar y acoger al Niño Jesús, el regalo más sublime y más grande que Dios ha dado a la humanidad.

Recordó las palabras de la Virgen María cuando dijo que su alma se engrandece ante el Señor y su espíritu se alegra en Dios, por haberse fijado en su humilde servidora. Dijo que esas palabras han dejado testimonio que la verdadera humildad no está en desconocer los talentos que Dios nos ha dado, más bien está en sorprendernos por la gracia divina y la gloria de Dios.

“En la actitud de fe y entrega de la Virgen María, los cristianos estamos llamados a arreglarnos y reconocernos amados por Dios. Un signo concreto de su amor es que también este año, nos hace la gracia de revivir la venida de su hijo Jesús a pesar de la pandemia, de renovarnos y crecer en nuestra fe en él, la luz sin ocaso, la guía y la fortaleza de la vida cristiana”, manifestó en su mensaje.

Hizo votos para que los bolivianos se dejen llevar de la mano de María para que Jesús, el evangelio y los valores humanos y cristianos que de él se desprende, ocupen el lugar central de nuestra vida tanto personal y familiar, como en la comunidad eclesial y en la sociedad.

“Abramos nuestro corazón y acojamos con gozo al Señor que se hizo niño débil y necesitado en el corral del Belén, para liberarnos de la esclavitud del mal, para sumergirnos en la corriente de gracia salvadora y para revestirnos de la inestimable dignidad de hijos de Dios”, indicó.

Expresó su ardiente deseo para que el Señor vuelva pronto a renacer en nuestra vida, nos colme de sus bendiciones y seamos fieles discípulos y misioneros de su amor en cada momento y circunstancia de nuestras jornadas.