Una primera reunión entre el presidente Luis Arce y los gobernadores concluyó con acuerdos para contener un segundo brote de coronavirus COVID-19 en el país.

El Primer Mandatario comprometió acciones inmediatas en los departamentos de Santa Cruz y La Paz donde hay un incremento de casos. Asimismo, fijó una agenda para la próxima semana que contempla reuniones con equipos de trabajo, en busca de construir acuerdos y consensos a partir de la obtención de información sobre la situación de la salud en cada departamento.

El vocero presidencial, Jorge Richter, explicó que el lunes está prevista la visita del Ministerio de Salud a las gobernaciones y los Servicios Departamentales de Salud (SEDES) con el objetivo de observar y recopilar información. 

Para el martes se conformarán mesas de trabajo para revisar la normativa que impide el relacionamiento entre los gobiernos nacional, departamental y municipal.

El miércoles, dijo, se volverá a realizar un “encuentro evaluatorio” para complementar el Plan Integral de Lucha Contra el COVID-19.

Los gobernadores coincidieron en la necesidad de pedir el acompañamiento de los ministros de Salud y Economía ya que sus demandas pasan por la dotación de ítems, contratación de profesionales y dotación de recursos.

LA SITUACIÓN

El Gobierno comenzó a asumir medidas, entre ellas la restricción en el ingreso de pasajeros procedentes de Europa.

Richter informó también de la implementación del diagnóstico masivo a través de la aplicación de dos millones doscientos mil pruebas. 

Asimismo, se refirió a la vacunación gratuita al conjunto de la población mayor de 18 años.

La viceministra de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional, María Renee Castro, explicó que para realizar los diagnósticos masivos de COVID-19 en el país, las 556.00 pruebas PCR serán aplicadas principalmente en hospitales de segundo y tercer nivel; mientras que las 1.6 millones pruebas de antígeno nasal están pensadas para su uso en centros de primer nivel.

La meta es reducir la tasa de letalidad y llegar a parámetros internacionalmente aceptables. Actualmente es del 6% en el país mientras otros países llegan al 1%.

La autoridad de Gobierno también señaló que la vacuna Pfizer, desarrollada por una farmacéutica estadounidense, está descartada en Bolivia porque no se cuenta con la tecnología necesaria para cumplir el requerimiento de una cadena de frío de menos 80 grados para el traslado de las dosis al país.

A su vez anunció que se adquirirán las vacunas que hayan concluido con los estudios de la fase tres y además estén aprobadas internacionalmente.

Los primeros en recibir la dosis serán los profesionales y trabajadores en salud, personas con enfermedades de base y adultos mayores.

Castro precisó que Bolivia aún está en negociaciones con los productores de vacuna y que se tiene previsto que entre enero y febrero llegue al país una importante cantidad.