Copa, del desayuno escolar a la expulsión de extranjeros

La elección de Eva Copa como alcaldesa de El Alto con el 68% de los votos fue el inicio del matriarcado en esa ciudad, donde no fue fácil hacer gestión.
En algún momento fue criticada por “carajear” a vecinos que, de alguna forma, se burlaban de ella en un acto y le reclamaban obras a gritos, lo que consideró como una falta de respeto. Poco después sumaron voces para pedir su revocatorio.
Su agenda mediática se vio enaltecida por su presencia en la alfombra verde en Cochabamba, durante el evento Billboard, donde vistió el traje de la mujer paceña y no fue la única oportunidad.
Sus declaraciones también generaron polémica, como disidente del MAS. Aseguró que el exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, operaba para Evo Morales desde una oficina en la zona de Senkata. Vio esto como un intento de sacarla del cargo.
En su año de gestión, su salud sufrió varios problemas desde que dio positivo a COVID-19 y fue aislada.
El desayuno escolar y su posición frente a la delincuencia y la presencia de extranjeros, de quienes pidió su deportación, no fueron favorables para su imagen.
Su decisión de rescindir el contrato con la estatal Empresa Boliviana de Alimentos y Derivados (EBA) no frenó las críticas a la calidad del desayuno para los estudiantes y generó retrasos en su entrega. Vieron un “trasfondo político” y cuestionaron la calidad de los productos de las raciones.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Defensoría del Pueblo observaron sus comentarios contra extranjeros. Sin embargo, defendió su posición por el incremento de la inseguridad ciudadana y aclaró que su pedido va dirigido a quienes cometen delitos.