La Compañía de Jesús en Bolivia brindó una conferencia de prensa este martes pidiendo perdón por los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Alfonso “Pica” Pedrajas y aseguró que colaborará con las investigaciones. Además, suspendió a cuatro sacerdotes provinciales contemporáneos al jesuita.

Representantes de los jesuitas indicaron que las denuncias no pueden ser ignoradas, aunque Pedrajas ya no se encuentre vivo.

“Reiteramos nuestra decisión de investigar los casos con una comisión de delitos que está actuando desde 2022, lo que puede crear una esperanza de justicia para las víctimas, cuya situación nos ha avergonzado y causa indignación y tristeza; pedimos perdón por el dolor causado”, indicó el padre Bernardo Mercado.

De la misma forma aseguró que la orden colaborará con las investigaciones.

"Estamos en una etapa preliminar (de investigación), lo que corresponde es suspenderlos hasta que las investigaciones progresen y nos den datos que realmente nos ayuden a decidir en justicia; en este momento es un primer paso que podemos dar (…) porque lo que más queremos es que se haga justicia con las víctimas”, dijo Mercado.

“Estamos hablando de un asunto que nos llega por medio de la prensa; si tuviéramos la víctima en concreto, el tratamiento sería distinto, (pero) en este momento hablamos de víctimas anónimas, que no las conocemos y para llevar una investigación adelante, necesitamos lo necesario para determinar y en cada caso se aplicará lo que corresponde”, añadió.

SUSPENSIÓN

Mercado indicó que se detectaron a cuatro sacerdotes que habrían trabajado con Pedrajas en la época de los 70 y aseguró que fueron suspendidos.

“La Compañía de Jesús ha decidido de manera inmediata suspender de sus actividades pastorales y otras responsabilidades institucionales a los jesuitas que fueron provinciales de la época de la que datan los abusos para realizar una investigación sobre sus actuaciones en el caso”, aseguró Mercado.

El domingo, el diario español El País publicó un reportaje extenso donde se destapaba una ola de abusos sexuales cometidos por Alfonso Pedrajas, un sacerdote jesuita que trabajó en Bolivia durante décadas y que confesó, a través de un diario personal, haber abusado a 85 menores de edad en diferentes escuelas del país.

En la publicación también se detalla cómo el sacerdote habría confesado sus crímenes a varios compañeros de la orden en Bolivia y España, sin embargo, nunca recibió una denuncia formal ni fue alejado de cargos.