En su llegada a Tarija, el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho. fue recibido entre gritos de rechazo. Incluso, un grupo de personas procedió a lanzarle huevos, tomates y papas, a lo que respondió: "Cuando el tigre está herido, tira zarpazos", en referencia al oficialismo y al Gobierno.

"Las agresiones vienen porque hay un dicho (en mi pueblo), que dice que 'cuando el tigre está herido, tira zarpazos'. Ellos han visto que su modelo del masismo está agotado, le tienen temor al federalismo, que es la esperanza de Bolivia. Y ese miedo se traslada en violencia e intolerancia. Nosotros no estamos preocupados por eso", manifestó, en una conferencia de prensa tras el evento.

Camacho asistió a la capital tarijeña esta jornada para participar de un conversatorio con estudiantes universitarios acerca del federalismo, lo que denominó como una jornada de socialización. Sin embargo, fue sorprendido por un grupo de personas que manifestó repudio hacia su presencia lanzándole alimentos y entre amagues de enfrentamientos, por lo que la autoridad tuvo que abandonar la plaza de Tarija de forma inmediata y protegida por su equipo de seguridad a bordo de un vehículo.

"Es el miedo, el miedo hace la radicalización de lo que es la medida que ellos han tomado y vienen dirigido, de todo lo que son los funcionarios de Gobierno. El modelo centralista del MAS está agotado. (Hay que) potenciar las regiones, que puedan definir cada una de las regiones, viene el desarrollo y las determinaciones propias", agregó poco después del mediodía de este miércoles, a modo de anunciar que en ese momento se dirigía hacia la reunión con los jóvenes universitarios en la cual debía brindar una conferencia de prensa.

Camacho viajó la noche del martes hasta Tarija, invitado por instituciones de aquella región, para alentar un conversatorio sobre federalismo. Junto al Gobernador, una delegación de personas conformaba la comisión que impulsa el debate sobre una nueva mirada al ordenamiento del país bajo la bandera federal, según informó El Deber.

Tras bajar del avión y ante la dificultad para salir del aeropuerto por las puertas destinadas para los pasajeros, un vehículo ingresó a la pista aérea para recoger a la delegación. El motorizado salió por un acceso alterno para evitar a los manifestantes, que también protestaban rechazando su presencia.