La niña de 11 años, que estaba embarazada producto de una violación y que finalmente interrumpió el proceso de gestación el pasado sábado, permanece estable de salud, según informó hoy el ministro de Salud, Jeyson Auza.

La autoridad pidió no revictimizar a la infante desde el púlpito o medios de comunicación. Además, recordó que ninguna persona puede tener acceso al diagnóstico clínico de la menor.

“El estado de salud de la niña es estable, nosotros hemos tomado todos los recaudos que la ley establece, precautelando siempre el derecho a la salud y la vida de la niña (…). Ninguna persona puede tener sus datos clínicos expuestos en medios de prensa, queremos evitar la revictimización de esta menor, porque acá debemos criticar vehementemente el hecho de que se esté revictimizando a esta niña desde los púlpitos o desde los medios de prensa”, afirmó.

Hace unas semanas, se conoció el caso de la niña de 11 años que fue violada en reiteradas ocasiones por su abuelastro en la región de Yapacaní, Santa Cruz, dejándola embarazada. Producto de ese delito se generó una polémica entre la Iglesia Católica y algunos feligreses que no querían que se interrumpiera la gestación; y organizaciones y Defensoría del Pueblo, entre otros, que pedían que se practique el aborto legal.

Finalmente, el pasado sábado se procedió a la interrupción del embarazo porque esa fue la primera decisión que la niña tuvo.

En ese sentido, el Ministro de Salud reflexionó que no se trata de que hayan “ganado los pro vida o los pro aborto”, sino que el análisis de la sociedad en su conjunto debe circunscribirse en que la niña ha sido víctima de un vejamen y “se ha puesto a conocimiento público, se ha expuesto la situación de esta niña”.

“Vamos a seguir atendiendo los requerimientos que establece la Justicia, como poniendo todos los esfuerzos desde el ámbito para darle la mejor atención que corresponda”, dijo Auza, al considerar que lo que debe importar a la opinión pública es la preservación de la vida de la menor.