A diferencia del año pasado, el presidente Luis Arce evitó la confrontación durante su discurso oficial por el aniversario 197 de Bolivia. Sin embargo, la oposición criticó que haya omitido hablar sobre el Censo.  

Arce destacó el crecimiento y la estabilidad económica del país. Pero, además, denunció que habría una supuesta conspiración en su contra para desestabilizar su mandato. 

"Hay intereses internos y externos para desestabilizar nuestro Gobierno democráticamente electo, así que no podemos perder de vista la unidad del pueblo como condición indispensable para avanzar" afirmó antes de cerrar su discurso en la Casa de la Libertad, en Sucre.

Asimismo, señaló que, mientras otros países se enfrentan a un período inflacionario adverso, en Bolivia, la tasa de inflación apenas llegó al 1.6% durante el primer semestre. 

“A casi dos años de nuestra gestión estamos saliendo adelante a pesar de un contexto internacional desfavorable (…). Encaminamos a nuestro país a la industrialización”, aseveró

Tras las declaraciones, desde la oposición destacaron que el jefe de Estado haya evitado la confrontación entre bolivianos. 

La jefa de bancada de la alianza Creemos, Centa Rek, resaltó la postura de Arce al no referirse al supuesto ‘golpe de Estado’ de la gestión de Evo Morales, en 2019. 

Sin embargo, la parlamentaria lamentó que el Presidente no se haya referido a temas negativos de su Gobierno, como la fecha de realización del Censo Nacional de Población y Vivienda, cuando este lunes se tiene previsto un paro de 48 horas en Santa Cruz para exigir que la actividad censal se desarrolle en 2023 y no en 2024, tal como sugirió el Consejo Nacional de Autonomías.

Al finalizar la sesión de honor, la oposición lanzó el estribillo “¡Censo ya!” cuando el mandatario se retiraba del lugar, mientras los parlamentarios oficialistas vociferaban “¡Lucho!” para manifestar su apoyo.

El Gobierno insistió en que el Censo es un proceso técnico y no político, y garantizó en varias ocasiones, junto con el Instituto Nacional de Estadísticas, que había un avance del 90% en la etapa de planificación en la cartografía y la boleta censal, sin embargo luego reconoció que no había avances sustanciales.