Al calor de las movilizaciones en conmemoración al 21 de febrero de 2016, la activista Amparo Carvajal, quien preside la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, oyó diferentes calificativos peyorativos referidos hacia ella por parte de agrupaciones que reprueban su gestión.

Algunos de los presentes, en las congregaciones que tuvieron lugar en la plaza Abaroa de La Paz, le gritaron "asesina".

Conocedora de la situación, Carvajal lamentó haber sido blanco de dichos calificativos.

"Estoy muy triste. Hoy me llamaron asesina y no me parece justo", expresó la activista, según Radio Compañera.

"Parece que son los mismos conocidos y pagados para este tipo de momentos", volvió a citar ese medio radial, adjudicándole las expresiones a la activista.

El bautizado 21-F ha "regresado" la jornada de este lunes a las calles de diferentes regiones del país, luego de seis años en los que se ha profundizado la polarización, traducida en los sectores sociales.

Carvajal debió ser resguardada por efectivos policiales, luego de que un huevo le llegara a su humanidad y manchara parte de su abrigo.