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  • Diario Digital | jueves, 18 de abril de 2024
  • Actualizado 22:57

La ventaja de Castillo sobre Fujimori crece hasta situarse en más de 6 puntos

El estudio fue realizado con 1.201 personas de entre 18 y 70 años, de las que el 45,5 % votó a favor de Castillo y el 40,1 % lo hizo a favor de Fujimori, mientras que el 9,1 % de los votos fueron en blanco y el 5,3 % nulos.
 
Los candidatos presidenciales Pedro Castillo y Keiko Fujimori. Foto RPP Perú
Los candidatos presidenciales Pedro Castillo y Keiko Fujimori. Foto RPP Perú
La ventaja de Castillo sobre Fujimori crece hasta situarse en más de 6 puntos
El candidato a la Presidencia de Perú Pedro Castillo (izquierda) ha incrementado levemente su ventaja a más de 6 puntos por encima de Keiko Fujimori (derecha), su rival en segunda vuelta, según la última encuesta publicada este viernes.

En el cómputo de votos válidos, es decir, aquellos que serían contabilizados para determinar el ganador de la contienda electoral, del sondeo de Datum difundido por el diario Perú 21, Castillo obtiene el 53,1 % frente al 46,8 % de Keiko Fujimori.

El estudio fue realizado con 1.201 personas de entre 18 y 70 años, de las que el 45,5 % votó a favor de Castillo y el 40,1 % lo hizo a favor de Fujimori, mientras que el 9,1 % de los votos fueron en blanco y el 5,3 % nulos.

La encuesta, cuyo margen de error es del 2,8 %, también reflejó que el 78 % de los peruanos ya ha decidido su voto, frente a un 22 % que lo está pensando y aún no se ha decantado por ninguna de las dos opciones.

LIMA, EL GRAN FEUDO DE KEIKO

En intención de voto, Castillo arrasa en el centro y el sur del país, donde el 70 % y 64,6 %, respectivamente, afirma que votará por el candidato del partido Perú Libre, frente a Fujimori que tiene 18,6 % en el centro y un 24,8 % en el sur.

La hija y heredera política del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) solo gana claramente al maestro y dirigente sindicalista en la capital Lima, donde tiene una intención de voto del 52,2 % frente al 32,6 %, mientras que el norte obtiene una ventaja mínima, dentro del margen de error estadístico.

Sobre la reconciliación escenificada la pasada semana por Keiko Fujimori con su hermano Kenji, al que en 2018 expulsó de su partido y del Congreso por haber liderado una facción disidente de congresistas, el 70 % de los peruanos cree que fue una estrategia de campaña y solo el 18 % cree que esa paz fraternal fue real.

Keiko y Kenji hicieron las paces en un mitin de la candidata presentado por Fuerza Popular como un debate al que no acudió Castillo, que la había retado a debatir frente a la cárcel donde ella pasó recientemente 15 meses en prisión provisional en un encuentro del que luego desistió y anunció que nunca iría.

En ese sentido, el 45 % de los peruanos consideró que Castillo no acudió porque estaba "ocupado con su equipo técnico y propuestas", mientras que el 40 % opina que el candidato izquierdista no se atrevió a dar la cara, algo que sí había hecho dos semanas atrás en un improvisado debate entre ambos en su oriunda provincia de Chota.

"PLEBISCITO SOBRE EL MODELO DE ESTADO"

De esta polarizada elección saldrá el próximo presidente o presidenta que gobernará Perú por los próximos cinco años (2021-2026) y que asumirá su mandato el 28 de julio, día en que se conmemoran los 200 años de la independencia.

Los peruanos votarán el domingo 6 de junio entre el reformismo de Castillo y el continuismo de Fujimori, en una suerte de plebiscito sobre el modelo económico neoliberal implantado por el padre de la candidata en la Constitución de 1993.

Castillo busca reemplazar la Constitución de Fujimori por una de carácter más social que además permita la nacionalización de recursos naturales, al considerar que el acelerado crecimiento económico del país en las últimas décadas no ha beneficiado a todos y solo ha favorecido a unos pocos privilegiados.

Por su parte, Keiko Fujimori apuesta por mantener las mismas bases que puso su padre, al entender que la inversión privada traerá ingresos y progreso para todos.

Si Fujimori alcanza la Presidencia eludiría durante su mandato un juicio por delitos de corrupción y lavado de activos por el que la fiscalía, que ya terminó la instrucción, pide 30 años de prisión.

También ha prometido indultar a su padre de la condena de 25 años de prisión que cumple por delitos de lesa humanidad.