El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, continúa sin aceptar su derrota en los comicios electorales por la presidencia de EEUU, cuyo conteo de votos ya declaró victorioso a Joe Biden.

En su primera aparición tras ocho días de permanecer en silencio, el primer mandatario utilizó la vacuna para contra la COVID-19 en tono de campaña al anunciar que será destinada a estados que “la quieren ahora”.

Según algunos analistas, Trump aún estaría tratando de usar la pandemia y la tan esperada vacuna como una especie de campaña para reforzar los movimientos ciudadanos que se pronunciaron en manifestaciones esporádicas denunciando un presunto fraude.

Aunque a Donald Trump le quedan poco más de dos meses en la silla presidencial, antes de que Joe Biden sea investido el 20 de enero, no mencionó los resultados de los comicios y, por el contrario, destacó la gestión de su Gobierno frente a la panemia.

“Los líderes de otros países me han llamado para felicitarnos por lo que hemos sido capaces de hacer, y hemos ayudado a muchos países con los respiradores, y todos los problemas que están teniendo”, manifestó en la Casa Blanca, a pesar de los números ascendentes que nuevamente se registran en algunos estados a causa de los nuevos contagios de coronavirus.

Trump quiso atribuir también a su Gobierno los avances en la vacuna desarrollada por la farmacéutica Pfizer, que el lunes anunció un 90% de efectividad contra el virus. Sin embargo, la empresa ya había negado que sus estudios formaran parte de la administración del primer mandatario norteamericano.

“Es una tergiversación desafortunada, son parte”, insistió este sábado, a tiempo de criticar la negación de la empresa.

“Por eso les dimos 1.950 millones de dólares”, aseveró. En la intervención de Trump en la Casa Blanca, solo se habló de la pandemia y no se permitieron preguntas de los periodistas que asistieron-

EEUU se convirtió en el país más afectado por la COVID-19, con 245 muertes y  casi 11 millones de contagios.