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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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El Senado chileno prorroga estado de excepción en la conflictiva zona sur

Sobre Chile. EFE
Sobre Chile. EFE
El Senado chileno prorroga estado de excepción en la conflictiva zona sur
El Senado chileno aprobó este martes extender por novena vez el estado de excepción que rige parcialmente desde mayo en dos regiones del sur del país, epicentro del denominado "conflicto mapuche" que enfrenta a comunidades indígenas, empresas forestales y Estado.

"El estado de excepción es una herramienta puntual, pero si no está inserta en una estrategia mayor va a ser solo un alivio transitorio y superficial a los problemas que tenemos en la zona", dijo la ministra del Interior, Carolina Tohá, presente en la sala al momento de la discusión donde anunció que el Gobierno está trabajando una nueva modalidad de estado “de resguardo y protección”.

La medida excepcional fue visada por 30 votos a favor, uno en contra y una abstención en el Senado.

Tras la decisión del Congreso, el estado de excepción regirá durante 15 días más en toda la región de La Araucanía y en las provincias de Arauco y Biobío en la región del Biobío, zonas que desde hace meses sufren una escalada de sabotajes a maquinaria forestal, incendios a propiedades y viviendas, además de robo de madera y tiroteos.

Esta herramienta constitucional permite el despliegue militar en la zona para que ayuden a Carabineros (Policía militarizada) a controlar el orden público, incluyendo vigilancia en las principales carreteras y caminos aledaños.

En La Araucanía y otras zonas del sur de Chile existe desde hace décadas una disputa territorial entre el Estado, algunas comunidades mapuche y empresas forestales que explotan tierras consideradas ancestrales por los indígenas.

El pueblo mapuche, la etnia indígena más numerosa de Chile, reclama las tierras que habitaron durante siglos, antes de que fueran ocupadas a la fuerza por el Estado chileno a fines del siglo XIX en un proceso conocido oficialmente como la "Pacificación de La Araucanía" y que ahora pertenecen en su mayoría a empresas forestales.

Parte de la izquierda y los movimientos indígenas sostienen que la militarización solo pone más tensión sobre el conflicto y defienden que son necesarias medidas más transversales y a largo plazo.