Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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LA POLÉMICA ESTÁ LANZADA

Porte de armas para defenderse: Ecuador, radiografía latina y riesgo

En Brasil y Colombia emitieron decretos que restringen la portación. Algunos creen que la flexibilización no es el camino y agravaría el ciclo violento.
Un sujeto portando un arma tras obtener la licencia, en Ecuador. / HENRY LAPO (EXTRA.EC)
Un sujeto portando un arma tras obtener la licencia, en Ecuador. / HENRY LAPO (EXTRA.EC)
Porte de armas para defenderse: Ecuador, radiografía latina y riesgo

Durante el mandato de Jair Bolsonaro, los brasileños se armaron “hasta los dientes”. Esa es la suerte de título-conclusión a la que llegó un artículo publicado por la BBC, en septiembre de 2022, en torno a la población de Brasil y su acceso flexible a armas de fuego como canal para combatir la inseguridad a manos de criminales peligrosos.

Y es que desde la asunción de Bolsonaro al poder, en 2019, hubo una serie de decretos que tendió a facilitar la adquisición de revólveres a favor de civiles, algo que en la actualidad, ya bajo la gestión del izquierdista Lula da Silva, ha quedado restringido.

Algunos conocedores calculan -si bien no hay registros claros- que ciudadanos registrados como cazadores, tiradores deportivos y coleccionistas, y otros que adquirieron las armas de manera irregular, han superado la compra de alrededor de 4 millones, entre pistolas, revólveres y fusiles.

Lo cierto es que en la nación vecina, la situación ha cambiado. Una de las primeras tareas de Lula al frente de la Presidencia ha sido echar por tierra algunas normativas y decretos impulsados por su antecesor. En este sentido, el izquierdista resolvió suspender la concesión de nuevas licencias.

El tópico vuelve a la mesa de debate con el suceso dado en Ecuador. El 2 de este mes, el presidente Guillermo Lasso, motivado por la ola de inseguridad, no halló otro mecanismo distinto para combatirla que autorizar la portación de armas para la defensa personal.

De este modo, Lasso puso fin a más de 10 años en los que estaba prohibida la figura legal. En 2011, como bien recuerda Infobae, bajo el gobierno de Rafael Correa se emitió un decreto que no permitía el porte y la tenencia de armas de fuego en la sociedad civil.

EN COLOMBIA APOYAN Enterados de la situación en Ecuador, desde Colombia también surgen voces que claman por la flexibilización en cuanto al porte.

El 4 de este mes, el alcalde de Malambo, Rumenigge Monsalve, le pidió expresamente al Gobierno del izquierdista Gustavo Petro que termine con la prohibición para portar armas.

Cabe recordar que el expresidente Iván Duque decretó que desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre del 2022 quedaba restringido, de manera que las únicas con visto bueno para hacerlo eran las fuerzas del orden del aparato estatal. Y Petro extendió esa medida. 

Excepto en casos puntuales, los ciudadanos podrían acceder al permiso, aunque primero deberían superar un proceso tedioso de análisis que pone a prueba “la capacidad para tenerla (la pistola) sin generar riesgo”.

“No es justo que hoy le quiten la vida a una persona porque no se puede defender. El porte de armas en este país es legal. Hoy, cualquier persona de bien puede acercarse y sacar un permiso de tenencia o de porte legalmente ¿Por qué colocamos un permiso especial para restringir el porte de armas?”, cuestionó Monsalve.

CICLO DE VIOLENCIA No todas las voces van en la dirección de dar flexibilidad a la portación de armas. Para Eugenio Weigend, de la Universidad de Míchigan, la posibilidad de que los civiles tengan acceso a las armas de fuego podría generar un ciclo de violencia que ahondaría aún más la crisis.

"Vamos a suponer que el ciudadano logra detener al delincuente y dispararle. Puede que la violencia no se detenga ahí. El delincuente forma parte de la sociedad. Tiene familiares, amigos y quizás pertenece a una banda que posiblemente va a buscar venganza", razona el experto, citado por la BBC.

Para avanzar, es importante diferenciar la tenencia del porte: el primer término hace referencia al hecho de poseer el arma, ya sea para la defensa personal o la caza, por ejemplo. El otro término refiere al hecho de poder trasladar el arma.

Con restricciones de por medio, el porte está permitido en Guatemala, Haití, México y Puerto Rico. En Brasil, en cambio, las flexibilizaciones acabaron y aquellos que deseen portar un arma, deben justificar exhaustivamente sus motivos. 

En Venezuela quedó prohibida la portación, mientras que hablando de la tenencia, en Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay, Panamá, Costa Rica y República, los ciudadanos necesitan tramitar la licencia.

En Bolivia, Cuba y Perú tienen que solicitar, según recuerda BBC, un buen justificativo para la tenencia.