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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Zarlet Clavijo estaría en manos de la guerrilla colombiana

Marcela Martínez, madre de Zarlet, aguarda la “prueba de vida” para que reinicie la negociación que permita la liberación de su hija en Colombia. 

Marcela Martínez sostiene un cartel con la fotografía de Zarlet durante una campaña contra la trata y tráfico de personas. ZARLET ILUMINA
Marcela Martínez sostiene un cartel con la fotografía de Zarlet durante una campaña contra la trata y tráfico de personas. ZARLET ILUMINA
Zarlet Clavijo estaría en manos de la guerrilla colombiana

Han pasado nueve años, dos meses y 28 días desde la desaparición de Zarlet Rowina Clavijo Martínez. Su madre Marcela Martínez dio a conocer que halló nuevas pistas sobre el paradero de la joven y confía, al igual que toda su familia, que la tendrá pronto entre sus brazos.

Zarlet tenía 17 años cuando desapareció en la calle 16 de Julio de La Paz, el 4 de junio de 2012 y, desde entonces, su familia no ha dejado de buscarla. En 2019, su caso fue cerrado en enero y le notificaron en junio. Martínez interpuso un recurso de objeción, que no ha sido resuelto, y continuó por sus medios la investigación hasta identificar quiénes y dónde tendrían a su hija. Ahora, la fiscal Karina Guardia está revisando los ocho cuerpos del cuaderno de investigaciones para reabrir el caso Zarlet Clavijo.

ZARLET, ¿EN MANOS DEL ELN?

Marcela Martínez en entrevista con OPINIÓN contó que retomó el “hilo de la investigación” en diciembre de 2019 cuando supo dónde y quiénes tendrían a su hija.

Una persona le dijo que tenían a Zarlet en “custodia”, pero que la joven no respondía a ese nombre porque le habrían cambiado la identidad. El Ejército de Liberación Nacional (ELN), que es una organización guerrillera insurgente colombiana, tendría a la joven, confirmó Marcela.

Entonces, Martínez contactó a un “intermediario”, quien tendría todos los contactos, para verificar si su hija estaba secuestrada por ese grupo armado irregular. La mamá de Zarlet facilitó al “mediador” los datos reales de su hija y luego confirmaron que se trataba de la misma persona.

“La tiene una de las fuerzas irregulares. En el caso de mi hija, ella no es parte del Ejército de Liberación Nacional, ella está retenida contra su voluntad y está en custodia de ellos”, señaló la madre de Zarlet, quien constató en 2019 que su hija estaba con vida, que le habían dado otro nombre y nacionalidad.

A la joven sus captores le habrían cambiado la identidad al menos cuatro veces. Desde entonces, han pasado casi dos años y Marcela ha solicitado otra “prueba de vida” para reiniciar el proceso de negociación y liberación de su hija.

“Ya mañana le tengo novedades. Al lado, Dios mediante, espero en la tarde estar con Zarletcita. Estoy aquí, en Cúcuta esperando resolver un temita económico y me movilizaré para allá”, se escucha en uno de los audios que recibió Marcela del “intermediario”, quien estaría camino al encuentro con la joven desaparecida, en Colombia.

La mamá de Zarlet dijo el jueves que lo último que supo del “mediador” es que estaba intentando llegar al lugar donde tienen a su hija para conseguir la “prueba de vida” en una zona fronteriza entre Colombia y Venezuela. Se prevé dos mecanismos para ese propósito; una que sea un contacto entre Zarlet y su madre a través de una videollamada y la otra una fotografía de la joven sosteniendo el periódico del día.

Con esa prueba, se reiniciará la negociación para el rescate de Zarlet, quien ha sido alejada de su familia hace más de nueve años.

¿POR QUÉ NO SE CONCRETA LA NEGOCIACIÓN EN 2019?

Tras confirmar en 2019 que su hija estaba viva, Marcela retornó a Bolivia para pedir apoyo al Gobierno, en ese momento el transitorio, y seguir el proceso de negociación para la liberación de Zarlet Clavijo.

Gestionó una reunión con el entonces ministro de Gobierno Arturo Murillo, quien no le habría ayudado, pese a que le explicó la situación y las nuevas pruebas a las que había accedido. Dijo que le consiguió una entrevista con el embajador de Colombia, pero Marcela necesitaba el apoyo de Bolivia.

“Cuando insisto con Murillo, él me bloquea de WhatsApp y me cierra las puertas de acceso a la entonces presidenta Jeanine Áñez. Me sentí decepcionada y supe que el Gobierno se había vendido a la delincuencia”, dijo.

Las condiciones del ELN para liberar a Zarlet escapaban de las manos de Marcela. Por ello, recurrió al Gobierno, quienes tenían la obligación de apoyarla considerando que la víctima es una ciudadana boliviana. Entre las exigencias del grupo irregular estaba que “en el momento que lleguemos a Bolivia, con mi hija, querían que esté el expresidente Santos de Colombia y que hagamos el pedido, de manera conjunta, de que se reinicien las negociaciones de paz que entonces estaban interrumpidas”, relató Martínez en una entrevista con la periodista Miroslava Fernández.

Ante esa situación y el cierre de fronteras por la pandemia, tuvo que esperar casi dos años más antes de salir nuevamente de Bolivia para verificar la situación de Zarlet y las nuevas condiciones para su liberación.

“Afortunadamente, no han cambiado y hay la posibilidad de negociar su liberación. Por eso, he solicitado el apoyo de las actuales autoridades y gracias a Dios el escenario ha cambiado radicalmente y estoy recibiendo el apoyo de la Policía y del Ministerio Público”, manifestó.

Sobre las exigencias actuales de la organización irregular, Marcela dijo que no puede dar esos detalles que podrían perjudicar en la negociación.

OTRAS POSIBLES VÍCTIMAS BOLIVIANAS

El “intermediario” que sigue el caso de Zarlet, le comunicó en 2019 a Marcela que el grupo irregular tenía a dos bolivianas más, pero que era difícil conocer su identidad real porque les cambiaban el nombre y nacionalidad en más de una oportunidad como ocurrió con Clavijo Martínez.

“No están siendo parte de la guerrilla, ellas están en custodia de ese grupo irregular”, dijo. 

Otro caso con similares características que conoció Martínez, es de una persona que ha estado siendo buscada por su madre desde hace más de 30 años. “Los últimos indicios que tuvo es que lo había reclutado las FARC, pero no lo puedo verificar o comprobar”.

SU DESAPARICIÓN

Zarlet desapareció el 4 de junio de 2012. Las autoridades mostraron un video de seguridad proporcionado por una entidad bancaria al lado del edificio San Pablo donde se observaría que la víctima es abordada por un varón y presumían que no se trataría de un caso de “trata y tráfico de personas”.

Al respecto, Martínez aclaró que el video del banco es real, pero que en las grabaciones difundidas en ese entonces donde marcaron a dos personas indicando que una sería Zarlet y la otra un hombre, no correspondería a su hija. “Años después cuando se logró aclarar un poco el video, porque las imágenes eran muy difusas, revisé el video a detalle, segundo a segundo y encontré el ingreso de Zarlet al edificio San Pablo y su salida, y en ambas está sola”.

Desde la desaparición, Marcela no ha dejado de buscarla y espera reencontrarse pronto con su hija, con quien ha soñado muchas veces. Su prioridad ahora es rescatar a su hija y luego el Ministerio Público tendrá que investigar quién ordenó el secuestro de Zarlet, en qué condiciones ocurrió, qué sucedió con ella en este tiempo, entre otros aspectos que permitan esclarecer el caso.