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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Sueños rotos: las 11 vidas apagadas por los feminicidios en Cochabamba

Familiares de mujeres asesinan exigen justicia. DICO SOLÍS
Familiares de mujeres asesinadas exigen justicia.
Sueños rotos: las 11 vidas apagadas por los feminicidios en Cochabamba

Los feminicidios de Guillermina, en Sacaba; Damiana, en Colomi; María, en Shinahota; Jhenny, en Quillacollo; Verónica, en Entre Ríos y Karent, Jhovana, Demetria, Laura Daniela, Gabriela y Getrudes, en Cercado, conmocionaron y generaron condenas en redes sociales. 

Las voces de las 11 mujeres, de entre 20 y 69 años, fueron silenciadas en Cochabamba. Casi todas murieron a manos de su esposos, concubinos, enamorados, exparejas o padres de sus hijos. Sus asesinatos fueron reportados entre el 1 de enero y el 6 de diciembre de este 2022. Siete de los 11 verdugos ya fueron sentenciados. 

1. Guillermina Canaviri desapareció el 18 de agosto de 2021. Salió de su casa rumbo a Yapacaní, Santa Cruz, y no se supo más de su paradero. El 22 de enero, sus restos óseos calcinados y enterrados fueron hallados cerca de una laguna de la comunidad de Arauco Alto de Sacaba.

La víctima fue asesinada a los 48 años. Era comerciante y viajaba con su chofer, Evaristo Huanca Arispe, quien se convirtió en su verdugo. El hombre, de 33 años, quiso desaparecer el cuerpo de Guillermina y ocultar el crimen, pero las pruebas lo apuntaban como responsable de la desaparición. El 5 de mayo, la Justicia lo declaró culpable y lo condenó a 30 años de cárcel, sin derecho a indulto, en El Abra. 

2. Damiana López H. era una mujer trabajadora y dispuesta a realizar cualquier esfuerzo para sacar adelante a sus cuatro hijos (de 14, 13 y 6 años, y un bebé que ahora tiene más de un año).

Su esposo, Pedro Muñoz Peña, acabó con su vida el 29 de enero. Ese día, la pareja se dirigió a una cabaña que cuidaba en el Sindicato Salto B, distante a unos dos kilómetros de su domicilio en Colomi, para realizar la limpieza porque llegaría una persona de afuera. Después de una discusión, el autor, de 34 años, la estranguló y colgó de un árbol para que todos piensen que ella se quitó la vida.

Pedro fingió buscarla y, al igual que familiares, recorrió distintas zonas hasta que la encontraron muerta. La autopsia reveló que Damiana fue asesinada y su esposo, al verse acorralado, confesó el crimen y recibió la pena máxima a cumplirse en la cárcel de El Abra.

3. Karent Fernández M., comerciante y educadora en una guardería, fue asesinada por su expareja, Roberto Fernández Yavira. El padre de su hija, de 4 años, le quitó la vida con 21 puñaladas la madrugada del 5 de marzo en su vivienda ubicada en la zona Primero de Mayo.

La familia de la víctima, de 29 años, hizo conocer que ella decidió alejarse de Roberto, de 27, porque él era violento. El autor admitió haber matado a la madre de su hija y la Justicia lo sentenció el 7 de marzo a 30 años de presidio en El Abra.

4. Jhovana Chávez C. era una mujer trabajadora. Vendía golosinas frente al colegio donde estudiaban sus hijos y estaba pendiente de ellos en todo momento.

La mujer murió a manos de su concubino, Ángel Beltrán Sandoval, la noche del 23 de abril. Recibió tres golpes contundentes en la cabeza con un palo de picota, mientras ella escuchaba música recostada en la habitación matrimonial de su vivienda en Alto Arrumani, en K’ara K’ara.

Ángel mató a la madre de sus hijos y luego quiso quitarse la vida realizándose cortes en el brazo, pero al no lograr su cometido se dirigió en taxi a oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, donde confesó el delito. Se sometió a juicio abreviado y recibió el 25 de abril una condena de 30 años de cárcel en El Abra.

La pareja vivía con cinco hijos. Uno de 14 años, del primer matrimonio de Jhovana, dos niñas de 12 y 10 años de Ángel, de una primera relación también, y dos niños varones de 8 y 6 años, hijos de Ángel y Jhovana. Ella crió a las hijas de su concubino como suyas. Los cinco menores se encuentran en una casa de acogida.

5. Demetria T.S. era profesora jubilada. Su esposo, Jesús Freddy M.Z., le quitó la vida a sus 69 años la noche del 25 de abril en una casa de la zona sur de Cochabamba.

El autor, también profesor jubilado, intentó acabar con su vida y se causó cortes en el cuello y la muñeca. La Justicia le dio detención preventiva en El Abra.

6. María Soliz A. estuvo desaparecida del 21 de marzo al 4 de mayo. Su concubino Carlos Quispe Ch., de 29 años, fingió buscarla, pero al verse acorralado por los comunarios confesó el crimen y los llevó hasta el terreno agrícola donde enterró el cuerpo, en Shinahota.

Dos niños quedaron huérfanos de madre. Desde el 6 de mayo, Carlos se encuentra con detención preventiva en El Abra.

7. Laura Daniela Corrales B., de 32 años, fue asesinada con 14 puñaladas la noche del 5 de mayo en inmediaciones del circuito de la laguna Alalay. Un adolescente, de 17 años, le quitó la vida y recibió solo seis años de cárcel porque era menor de edad cuando cometió el delito. Laura era cruceña y su familia la trasladó hasta esa ciudad para darle cristiana sepultura. El feminicidio dejó dos niños, de 12 y 5 años, huérfanos.

8. Jhenny Villa L. mantenía sola a sus dos hijos de 5 y 3 años. Sergio Erick Huallpa Quispe, padre de los menores de edad, fue sentenciado a 30 años de cárcel por el feminicidio.

El hecho se registró la madrugada del 17 de mayo en un domicilio de la comunidad de Ironcollo, Quillacollo. Jhenny fue asesinada con 13 puñaladas. Su expareja confesó el crimen y recibió la pena máxima.

9. Gabriela Yujra, de 26 años, fue asesinada y enterrada en un domicilio de la zona sur de Cochabamba. Los investigadores exhumaron su cuerpo la mañana del 25 de julio. El autor, Silverio Pacheco, se sometió a juicio abreviado y fue condenado a 30 años de cárcel en El Abra.

Gaby, oriunda de La Paz, dejó dos niños huérfanos en La Paz. Su madre y su hermana llegaron a Cochabamba para recoger el cuerpo que luego trasladaron a la sede de Gobierno, donde la despidieron.

10. Verónica Condori J. (29) vivía en Santa Fe del municipio de San Carlos, Santa Cruz. El 3 de octubre, su pareja Moisés Choque (28) la convenció de viajar a Entre Ríos, Cochabamba, donde acabó con su vida y la enterró en un terreno agrícola. El autor fue aprehendido en Santa Cruz y terminó confesando el crimen. Se encuentra con detención preventiva en la cárcel de El Abra. 

El feminicidio dejó dos huérfanos. Una niña de 11 años y un niño de 4. El menor es hijo de Moisés. 

11. Getrudes Arispe, madre de cinco hijos, fue hallada sin vida el 6 de diciembre, siete días después de que sus familiares la reportaran como desaparecida. Su exconcubino Edwin Contreras es el principal sospechoso.