VÍCTIMAS SON MÁS JÓVENES Y CRÍMENES MÁS VIOLENTOS
Feminicidios en Cochabamba en 2022: Damiana, Karent, Jhenny, Verónica, Gabriela, Getrudes…

Guillermina, Damiana, Karent, Jhovana, Demetria, María, Laura Daniela, Jhenny, Gabriela, Verónica, Getrudes, Gaby y Ubaldina son los nombres de mujeres asesinadas por violencia de género en Cochabamba en 2022. Los hombres que decían amarlas acabaron con sus vidas.
Entre enero y diciembre, se registraron 13 feminicidios en Cochabamba, según datos actualizados del Observatorio de Justicia y Género del Órgano Judicial. Del total, nueve ya cuentan con sentencia de 30 años de cárcel sin derecho a indulto, pena máxima en Bolivia. Tres se encuentran con detención preventiva y uno sigue prófugo.
La cifra de casos tipificados como feminicidio podría variar. La fiscal departamental de Cochabamba, Nuria Gonzáles, informó hace un par de días que tiene registro de 12 víctimas siendo que el último hecho continuaba en investigación y se definiría si la muerte fue producto de la violencia machista. Se prevé que el Ministerio Público dé a conocer los datos oficiales en las próximas horas.
Cochabamba cerró el 2021 con 15 feminicidios, es decir cuatro menos que en 2020 cuando se registraron 19.
1. El 18 de agosto de 2021 Guillermina C.N., de 48 años, fue vista por última vez con vida. La última persona con la que tuvo contacto fue Evaristo Huanca Arispe, el chofer que contrataba para realizar viajes laborales. El día que desapareció salió de su domicilio rumbo a Yapacaní, Santa Cruz, para comprar mercadería. Ella se dedicaba a la venta de frutas.
Sus cinco hijos la buscaron durante cinco meses hasta que el asesino, Evaristo Huanca, dirigió a los investigadores hasta una laguna de la comunidad de Arauco Alto de Sacaba, el 22 de enero de 2022, donde hallaron los restos óseos calcinados y enterrados de la víctima.
El verdugo (33) dio distintas versiones. En esa oportunidad, dijo que su jefa se resbaló, cayó un peñasco y perdió la vida. Antes, le había dicho a la hija de Guillermina que su madre suspendió el viaje porque debía realizar unos trámites con su abogado en Sacaba.
Al hombre, de 33 años, todas las pruebas lo apuntaban como responsable de la muerte de Guillermina. Finalmente, la Justicia lo declaró culpable el 5 de mayo y lo sentenció a 30 años de cárcel.
2. Damiana L.H. (34) fue estrangulada el 29 de enero en una cabaña que cuidaba en el Sindicato Salto B, a unos dos kilómetros de su domicilio ubicado en Colomi. Su verdugo es Pedro Muñoz Peña (34), quien dejó huérfanos de madre a sus cuatro hijos (de 14, 13, 6 y 1 año). Se mostró preocupado e incluso salió a buscar a su esposa junto a sus familiares y vecinos hasta que fue encontrada colgada de un árbol. Modificó la escena parar simular un suicidio, pero la autopsia reveló la verdadera causa de muerte y terminó confesando el crimen. El 1 de febrero, el hombre fue sentenciado a 30 años de privación de libertad.
Los hijos de la víctima y el victimario quedaron al cuidado de una tía materna debido a que los abuelos, padres de Damiana, tienen 84 y 85 años.
3. Karent F.M. tenía 29 años cuando fue asesinada con 21 puñaladas la madrugada del 5 de marzo en la casa de Roberto Fernández Yavira, su expareja y padre de su hija de cuatro años, en la zona Primero de Mayo.
La joven decidió terminar su relación sentimental porque Roberto era violento. Dos años antes, ya le había apuñalado en la espalda y, aunque ella denunció, el caso no avanzó. Estaba saliendo adelante; era comerciante y educadora en una guardería.
Fernández Yavira (27) terminó confesando el feminicidio. El 7 de marzo recibió la pena máxima.
4. Jhovana Ch.C. fue víctima de feminicidio la noche del 23 de abril a manos de su concubino Ángel Beltrán Sandoval, declarado culpable y sentenciado a 30 años de cárcel. La mujer (33) fue sorprendida por su verdugo, quien la golpeó en la cabeza con un palo de picota, mientras ella se encontraba escuchando música en la cama matrimonial. El crimen se registró en la vivienda de la pareja en Alto Arrumani, K’ara K’ara.
Ángel (33) intentó quitarse la vida, pero no logró su cometido. Se entregó a la Policía y, dos días después, fue condenado.
Los concubinos vivían con cinco hijos. Uno de 14 años, del primer matrimonio de Jhovana, dos niñas de 12 y 10 años de Ángel, de una relación anterior también, y dos niños de 8 y 6 años, hijos de Jhovana y Ángel. Crió a las hijas de su concubino como suyas. Los cinco menores de edad pasaron a un centro de acogida.
Jhovana era una mujer muy trabajadora. Vendía golosinas frente al colegio donde estudiaban sus niños y estaba pendiente de ellos en todo momento.
5. Demetria T.S. era maestra jubilada. Su esposo Jesús Freddy M.Z., de la misma profesión, le quitó la vida a sus 69 años la noche del 25 de abril en su domicilio ubicado al sur de la ciudad de Cochabamba.
El procesado (71) también intentó quitarse la vida causándose cortes en el cuello y la muñeca. La Justicia le dio detención preventiva.
6. María S.A. (41) cumplió 44 días desaparecida, hasta el 4 de mayo. Su concubino Carlos Quispe Ch. (29) se convirtió en su verdugo. Fingió buscarla para no levantar sospechas, pero al verse acorralado por los comunarios admitió haber asfixiado a su pareja y dirigió al lugar, terreno agrícola en Shinahota, donde enterró el cuerpo.
Carlos decía que su concubina viajó a Potosí con 38 mil bolivianos para que su madre, quien se encontraba delicada de salud, sea atendida por un médico. Los familiares de la víctima hallaron contradicciones en sus testimonios y comenzaron a sospechar de él. Desde el 6 de mayo, se encuentra encarcelado.
El feminicidio de María dejó dos niños en la orfandad.
7. El 5 de mayo, Laura Daniela Corrales B. (32) fue asesinada con 14 puñaladas en inmediaciones del circuito de la laguna Alalay. Un adolescente (17) la atacó aprovechando la oscuridad de la noche y luego huyó a Santa Cruz. El feminicida recibió solo seis años de cárcel, pena máxima para menores de edad.
Según las investigaciones, la víctima sostuvo una relación sentimental con el que se convirtió en su asesino, de iniciales A.F.S., sin saber que era menor de edad. Terminó su noviazgo debido a que era violento, pero él la buscó y asesinó.
Laura Daniela, madre de dos niños (12 y 5 años) era cruceña. Su familia la despidió en su tierra natal.
8. Sergio Erick Huallpa Quispe (29) acabó con la vida de su esposa Jhenny V.L. en una habitación alquilada en Ironcollo, Quillacollo. La víctima (21) falleció a manos del padre de sus dos hijos (de 5 y 3 años), quien le asestó 13 puñaladas la madrugada del 17 de mayo.
El autor fue sentenciado a 30 años de cárcel, sin derecho a indulto. Los huérfanos quedaron al cuidado de la familia materna.
9. El cuerpo de Gabriela Y. (26) fue encontrado bajo tierra en el inmueble de su verdugo, el 24 de julio. Silverio Pacheco Chambi (29) la mató a golpes y luego la enterró en una vivienda situada en la OTB Libertad de la zona de Alto Buena Vista, al sur de la ciudad. La Justicia le dio 30 años de presidio.
La joven paceña llegó a Cochabamba hace cinco años con el padre de sus dos hijos, quien se encuentra preso por tentativa de feminicidio. La madre y hermana de la víctima que vendía dulces en las calles trasladaron el cuerpo hasta La Paz.
10. Verónica C.J. (29) llegó a Entre Ríos, Cochabamba, con engaños. Su pareja Moisés Ch. la convenció de viajar, desde Santa Fe de San Carlos (Santa Cruz), pero el 3 de octubre la estranguló y sepultó en un terreno agrícola.
Su intención era que nadie descubra el feminicidio, pero comenzaron a sospechar de él. Moisés (28) se encuentra con detención preventiva, mientras sus hijos (de 11 y 4 años) pasaron al cuidado de familiares.
11. Getrudes Arispe F. (35) fue hallada sin vida el 6 de diciembre, siete días después de que sus familiares la reportaran como desaparecida. Su cuerpo fue localizado en un barranco del camino a Santiváñez.
La última vez que la vieron fue el 28 de noviembre, al promediar las 19:00, cuando estaba discutiendo con su exconcubino Edwin Contreras Loza (41), quien ya recibió sentencia de 30 años de cárcel.
El cuerpo de la madre de cinco hijos se encontraba en una zona de difícil acceso y a más de 30 kilómetros de distancia de su hogar. Sus niños están al cuidado de sus abuelos maternos.
12. Vecinos de un barrio próximo a la avenida Petrolera encontraron el cadáver de una mujer (34) la mañana del 23 de diciembre. Tenía una herida en el abdomen y estaba cerca de un montón de piedras.
Según la Policía, la víctima se hacía llamar Gaby. Habría fallecido entre el 22 y 23 de diciembre. A 100 metros del lugar donde estaba su cuerpo encontraron una frazada con manchas de sangre, por lo que se presume que esa no es la escena principal del crimen y usaron ese cobertor para trasladarla a esa zona.
Por el caso, hay una persona con detención preventiva, pero no se descarta que haya otro implicado.
13. Ubaldina Ch. (33) fue víctima de feminicidio por parte de su pareja Donato Aguilario Choque (36), prófugo de la justicia. Su corazón dejó de latir el 24 de diciembre, después de luchar durante más de dos meses en terapia intensiva. Tenía seis meses de embarazo cuando su concubino la golpeó, apuñaló en el pecho y la arrojó en el barranco de una comunidad de Sacaca, Potosí, creyendo que estaba muerta. El hecho violento ocurrió el 2 de octubre en Jacuricahua.
Después de haber pasado cuatro noches en el barranco, la víctima fue auxiliada. El 7 de octubre llegó al Hospital Viedma de Cochabamba y luego, el 14, pasó al Maternológico.
La bebé de Ubaldina nació el 8 de diciembre contra todo pronóstico. La víctima ha sido considerada la primera “incubadora humana” en Bolivia. Ubaldina esperó a que su hija nazca y, solo dos semanas después, perdió la vida en Cochabamba.
El feminicidio dejó cuatro menores de edad en la orfandad.
Los nueve verdugos sentenciados admitieron su culpa y se sometieron a juicio de procedimiento abreviado. Todos están en El Abra, penal de máxima seguridad en Cochabamba.
EL FEMINICIDIO EN COCHABAMBA ES JOVEN Y ALTAMENTE VIOLENTO Las víctimas de los crímenes registrados en 2022 van desde jóvenes de 21 años hasta mujeres de 69. No obstante, 10 de las 13 victimadas no superaban los 35 años, el pico de la etapa productiva y reproductiva de las mujeres. En cuanto a los agresores, la edad promedio es de 30 y 35 años. Solo uno era menor de edad, 17 años, cuando cometió el delito. Todos eran conocidos; la mayoría convivientes, esposos y exparejas.
Los asesinatos son cada vez más crueles. Mujeres perdieron la vida por múltiples puñaladas y otras estranguladas, asfixiadas o a golpes. Algunos feminicidas sepultaron a sus víctimas e incluso salieron a buscarlas para no levantar sospechas y ocultar los crímenes.
TODAS LAS VÍCTIMAS ERAN MADRES Las mujeres asesinadas en Cochabamba eran madres. Hay al menos 37 huérfanos, de los cuales 28 son menores de edad. Varios de ellos fueron testigos de las terribles muertes de los seres que más amaban.
Los niños en su mayoría están al cuidado de la familia materna. Solo en un caso, los huérfanos se encuentran en una casa de acogida.
“Nos siguen matando”. Esa es la frase que se oyó durante la marcha por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre, donde dijeron alto a la violencia de género.