Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 03:42

Alerta por feminicidios cada vez más violentos

Alerta por feminicidios cada vez más violentos

A la par de los casos de feminicidio que se registran en el país, causa temor y ponen alerta a la sociedad en su conjunto las múltiples formas crueles y con alto grado de violencia a las que recurren los responsables para deshacerse de los restos de sus víctimas, llegando a extremos.

Calcinar los cuerpos es una de las formas más recurrentes para tratar de desaparecer "toda evidencia" que se han visto en los últimos años, por parte de los perpetradores de estos crímenes que año tras año dejan niños y adolescentes en la orfandad y familias enteras sumidas en medio del dolor y la desesperación por hallar justicia.

BETSABÉ La muerte de la joven Betsabé es uno de los casos más dolorosos que perduran en la memoria cochabambina, porque no solo se lamentó la cruel muerte de ella a manos de su pareja y vecino, sino que su familia se vio obligada a peregrinar buscando por su paradero, ya que antes fue reportada como desaparecida.

Betsabé Mara Alacia de 24 años, desapareció el 11 de agosto de 2020. Sus padres y familiares la buscaron por 12 días, imprimieron afiches con la fotografía de la joven para pegarlas en casi todas las calles de Quillacollo, Cochabamba.

Ese 11 de agosto, salió de su vivienda para encontrarse con el teniente Adán Boris Mina, su enamorado, al promediar las 15:00. El hombre también era su vecino.

Intercambió algunos mensajes con su amiga, a través del Whatsapp. A las 19:00, le contó que encontró al teniente en estado de ebriedad. Una hora después, le dijo que “lo pilló hablando con otra, que él lloraba, no quería mostrarle (el teléfono) y que no la dejaba irse”.

En el último mensaje que ella envió dijo “Estoy en la casa de Boris y no deja que me vaya”, luego no se supo nada más. Los celulares de Boris y Betsabé permanecieron apagados.

El ahora exteniente se comunicó con la mamá de la víctima para decirle que la joven estaba en un alojamiento y que la devolvería a su hogar en una hora, pero apagó su teléfono y desapareció.

Los padres asistieron a todos los actuados investigativos, recorrieron kilómetros y aguardaron por los informes de los investigadores, han exigido “respuestas” respecto a si los restos encontrados díasdespués de su desaparición en la zona de La Maica eran de su hija y consecuentemente la sentencia máxima del exteniente.

“Por favor Adán devuélveme a mi hija, te lo suplico con todo mi corazón. Estoy sin comer y no me quedan fuerzas, solo quiero que me devuelvas a mi única hijita”, fue la declaración que marcó a quienes conocieron el pedido desesperado de una madre.

El 13 de agosto y desde entonces se activó los mecanismos de inteligencia para la búsqueda de la víctima y del oficial. La Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) y Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) y el Comando Departamental, a través de la Dirección Departamental de Investigación Interna (Didipi) también trabajan en el caso.

El 22 de Agosto, policías del Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) y efectivos de la FELCV detuvieron en Montero, al teniente Adán Boris Mina acusado del secuestro de Betsabé. Fue trasladado de Santa Cruz a Cochabamba.

En medio del operativo los familiares se apostaron en puertas de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP), pidieron justicia en medio de gritos “asesino” para Adán Boris Mina.

El hombre declaró que quemó el cadáver de Betsabé pero que ella se habría disparado accidentalmente con su arma.

Posteriormente se confirmó que los restos óseos encontrados pertenecen a la joven y Mina fue condenado a 30 años de cárcel sin derecho a indulto en un juicio abreviado. La pena es cumplida en El Abra, la cárcel de máxima seguridad de Cochabamba. Su hermano y su cuñada fueron sentenciados a dos años de cárcel por encubrimiento.

GUILLERMINA Guillermina C.N., de 48 años, fue dada por desaparecida el 18 de agosto de 2021. Evaristo H.A. de 33 años, es el autor confeso de su muerte. Luego calcinó su cuerpo y enterró los restos en un cerro en la localidad de Arauco Sacaba.

Los informes indican que el hecho se registró en la comunidad Arauco Alto del municipio de Sacaba, el 18 de agosto de 2021, cuando la víctima salió de su domicilio y dijo que se dirigiría a Yapacaní para comprar fruta, por lo que llamó al chofer de su camión para que la llevara. Luego ambos salieron de la vivienda. Cuatro días después, el chofer retornó a Sacaba sin la carga de fruta y sin la mujer.

Al ser cuestionado por la hija de la víctima, él refirió que Guillermina se quedó en Sacaba para realizar algunos trámites con su abogado, por lo que no realizaron el viaje, de acuerdo con el informe de la Fiscalía.

"Al inicio de la investigación, el caso fue abierto por el delito de trata de persona, pero al hallarse más indicios en la investigación y contradicciones en las declaraciones del chófer, el hecho fue cambiado a feminicidio el 22 de enero de 2022 y se procedió a la aprehensión del sujeto, quien reveló el lugar donde estaba el cuerpo de la fallecida. En su declaración, el sujeto señaló que el 18 de agosto del 2021 la mujer resbaló y murió cerca de la laguna denominada El Luévano, en la comunidad Arauco Alto en Sacaba", dijo el fiscal de materia, Dennys Achá.

El chofer, después de su aprehensión, condujo a la Policía hasta el lugar donde se presume ocurrió el hecho, en el que halló restos óseos quemados de una mujer, mismos que se encontraban enterrados cerca de la laguna. Dichos restos fueron trasladados al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), para la realización de la autopsia que determinará la causa de muerte.